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Batas de verano: llevar la salud más allá de la Clínica 


Profesionales de la Clínica Universidad de Navarra han dedicado sus vacaciones a proyectos de voluntariado en África y Latinoamérica, llevando medicina, formación y acompañamiento humano a comunidades con recursos limitados. 

Imagen de un grupo de personas africanas siendo atendidas por un equipo médico solidario en el que han participado profesionales de la Clínica Universidad de Navarra.
La región de Turkana, en África, ha sido uno de los puntos donde profesionales de la Clínica han realizado proyectos de voluntariado.

Texto: Ana Terreros

Fotografía: Cedidas

2 de octubre de 2025

Este verano, varios profesionales de la Clínica Universidad de Navarra han cambiado los pasillos del hospital por los caminos de algunas comunidades de África y Latinoamérica. Allí han ofrecido atención sanitaria, formación y acompañamiento en contextos donde el acceso a la salud es limitado y la cercanía humana resulta tan necesaria como la medicina. 

Enmarcadas en la primera Convocatoria de Ayudas al Voluntariado de la Clínica, estas experiencias han permitido acercar conocimientos clínicos y humanos allí donde la falta de recursos convierte la salud en un reto cotidiano. Una experiencia que no solo ha transformado la vida de las comunidades atendidas, sino que también ha supuesto para los profesionales una oportunidad de aprendizaje, entrega y compromiso con una medicina centrada en las personas.  


Imagen del proyecto Elikia de voluntariado de profesionales de la Clínica Universidad de Navarra.

Elikia: esperanza frente al cáncer de cérvix 

A principios de agosto, un equipo de médicos, enfermeras, residentes y estudiantes de la Clínica y de la Universidad de Navarra aterrizó en Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo. Durante dos semanas desarrollaron, con la colaboración de la Fundación Amigos de Monkole, una nueva edición del proyecto Elikia, que desde 2017 combate la primera causa de muerte por cáncer entre las mujeres del país: el cáncer de cérvix. 

Coordinado por el Dr. Gabriel Reina, especialista en Microbiología de la Clínica, el equipo atendió a más de 500 mujeres en el Hospital Monkole y otros centros de la zona. Los datos obtenidos confirman la magnitud del reto: tres de cada diez mujeres cribadas presentaban infección por virus del papiloma humano (VPH), porcentaje aún mayor entre mujeres sin estudios (43%) o con VIH (41%). Además, el 85% de las pacientes nunca se había sometido antes a una prueba de este tipo. 

Desde 2017, Elikia —que significa esperanza en lengua lingala— ha atendido a más de 5 000 mujeres y consolidado un modelo que combina asistencia y formación del personal local. “El objetivo final es lograr un programa sostenible en el tiempo, acompañar al equipo local, formarles y que sean ellos quienes lleven adelante este proyecto”. 


Imagen del proyecto en incubadoras de voluntariado de profesionales de la Clínica Universidad de Navarra.

Incubadoras para dar vida en Senegal 

En julio, Carolina Catalán, del Departamento de Operaciones, viajó hasta Senegal para colaborar en la instalación de cinco incubadoras neonatales en el Hospital Grand Mbour junto a la ONG Hope&Progress. Su destino: ayudar a salvar la vida de recién nacidos prematuros en un país donde la falta de medios convierte cada nacimiento en un desafío. 

Los dispositivos, diseñados por Pablo Sánchez Bergasa y construidos por alumnos de Salesianos Pamplona, son de bajo coste y fáciles de mantener en hospitales con recursos muy limitados. “Aunque no soy sanitaria, pensar en la cantidad de bebés que podrán salir adelante gracias a estas incubadoras y saber que, de algún modo, mi trabajo ha contribuido a hacerlo posible, es una de las mayores satisfacciones”, reconoce. 


Imagen del proyecto Kisumu de voluntariado de profesionales de la Clínica Universidad de Navarra.

Kisumu: Enfermería que cruza fronteras 

Por segundo año consecutivo, Anabel Villero, enfermera del Departamento de Cardiología, se desplazó hasta Kisumu (Kenia) para ofrecer atención médica y educación sanitaria en comunidades rurales. El proyecto, impulsado por la Fundación Albihar, se desarrolló en el Paga Dispensary y en una escuela local, combinando la asistencia con talleres sobre hábitos saludables. 

Anabel participó en curas, seguimiento de embarazos, pruebas de malaria y revisiones pediátricas. También reforzó la formación del personal local, especialmente en el manejo de enfermedades crónicas, “ya que el año pasado detectamos que había una gran necesidad de formación entre el personal sanitario local y de mejorar la atención domiciliaria”. “Gracias a esta experiencia, he aprendido a trabajar con menos recursos, a priorizar y a desarrollar una mirada más integral del paciente y su entorno. Me ha hecho más resolutiva, empática y culturalmente sensible”. 


Imagen del proyecto Iquitos de voluntariado de profesionales de la Clínica Universidad de Navarra.

Cuidados en el corazón de la Amazonia

Durante el mes de agosto, Nancy Camacho, enfermera estomaterapeuta del Departamento de Cirugía General y Digestiva, viajó a Iquitos (Perú) para impulsar un proyecto de atención y formación en ostomías. Para Nancy, nacida en Perú, la experiencia tuvo un valor añadido: regresar a su país para compartir sus conocimientos en un contexto de gran vulnerabilidad. 

En un entorno marcado por la falta de recursos y el aislamiento, Nancy centró su labor en dos frentes: la entrega de material específico y la capacitación de personal y familias. “La formación no es solo un complemento: es la herramienta clave para garantizar la continuidad del proyecto, la dignidad en el cuidado y una transformación real de la salud local”. 


Imagen del proyecto Alma de voluntariado de profesionales de la Clínica Universidad de Navarra.

ALMA, salud comunitaria en Ecuador

Más de 600 personas de comunidades vulnerables de la costa ecuatoriana recibieron atención médica básica gracias al proyecto ALMA (Atención Local y Medicina de Apoyo), coordinado por el Dr. Luis Chiva, director del Departamento de Ginecología y Obstetricia, junto con la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra, Savinco y la Fundación Amigos de Monkole.  

Durante dos semanas, el Dr. Chiva, acompañado por su esposa, colaboradores locales y cinco estudiantes de tercero de Medicina de la Universidad de Navarra, han realizado una “biopsia de salud comunitaria”: entrevistas, atención médica básica y campañas de prevención. 

“No basta con ir, ayudar y volver. La clave está en crear estructuras que permanezcan y generar un cambio duradero”. Para los estudiantes, la experiencia ha sido también una lección de vida: “han podido aprender no solo medicina, sino humildad, trabajo en equipo y que la dignidad de cada paciente va más allá del diagnóstico”. 


Imagen del proyecto Turkana de voluntariado de profesionales de la Clínica Universidad de Navarra.

Maternidad más segura en Turkana 

En la árida región de Turkana, al norte de Kenia, María Llorente, enfermera de la Clínica, se ha sumado al proyecto “Por una maternidad segura”, con el que han atendido a más de 300 pacientes. Allí, donde muchas mujeres nunca han tenido acceso a un control del embarazo, trabajó en el dispensario de los misioneros de San Pablo Apóstol, acompañando a embarazadas y lactantes, y garantizando vacunación y nutrición para los recién nacidos. 

El equipo trabajó en asentamientos nómadas junto a agentes comunitarios locales, ofreciendo seguimiento a embarazadas, vacunación infantil y educación sanitaria. “Lo más importante es partir del respeto. No venimos a cambiar su forma de vida, sino a caminar con ellos desde lo que son y lo que valoran”, afirma María. Para ella, lo más transformador ha sido la atención digna y cercana: “Esta experiencia me recuerda cada día por qué elegí ser enfermera”. 

“No basta con ir, ayudar y volver. La clave está en crear estructuras que permanezcan y generar un cambio duradero”. Para los estudiantes, la experiencia ha sido también una lección de vida: “han podido aprender no solo medicina, sino humildad, trabajo en equipo y que la dignidad de cada paciente va más allá del diagnóstico”. 


Imagen del proyecto Emorogi de voluntariado de profesionales de la Clínica Universidad de Navarra.

Emorogi, un poblado rural de Kenia 

A finales de julio, el Dr. Marc Vives, especialista en Anestesiología y Cuidados Intensivos, viajó hasta el sur de Kenia para colaborar en el proyecto que la Asociación ADESCI desarrolla en el poblado de Emorogi. Allí, junto a un equipo formado por tres médicos, uno de ellos dentista, dos anestesistas y cinco estudiantes de Medicina y Farmacia de la Universidad de Navarra, atendieron a más de 800 personas, además de 300 pacientes en la consulta dental, facilitando el acceso a tratamientos y medicación adaptados a las necesidades de la comunidad. 

La labor comenzaba ya en la entrada a la consulta, donde se tomaban las constantes a los pacientes. Gracias a este sencillo gesto, se pudo detectar a decenas de personas con hipertensión que desconocían su situación. “Además, aunque algunos pacientes presentaban enfermedades graves y las posibilidades de tratamiento eran limitadas, todos han sido atendidos con dignidad y han recibido consuelo”. Para los estudiantes de Medicina y Farmacia, esta experiencia ha supuesto un contacto directo con una realidad distinta, en la que cada gesto sanitario adquiere un valor especial.