Reputación

El primer 'hospital Magnet' de España gracias a Enfermería


En los últimos meses, dos hitos han puesto nombre y rostro al modelo de Enfermería de la Clínica: la designación como el primer hospital Magnet de España y la celebración de los reconocimientos Daisy Awards. Dos momentos que resumen un trabajo silencioso, constante y profundamente humano. 

Imagen de las enfermeras de la Clínica Universidad de Navarra celebrando la acreditación del centro como hospital Magnet.
El modelo de Enfermería de la Clínica contribuye a la excelencia en el cuidado del paciente y su familia, siempre desde la evidencia científica, el desarrollo profesional, el trabajo en equipo y el liderazgo.

Texto: Ignacio Viana

Fotografía: Manuel Castells y José Juan Rico

2 de octubre de 2025

En la Clínica Universidad de Navarra, la Enfermería es mucho más que un pilar de los cuidados. Es liderazgo, es innovación y, sobre todo, es transformación. Porque, detrás de cada tratamiento, de cada decisión clínica y de cada gesto, hay profesionales que combinan conocimiento, vocación y visión de futuro.  

Liderar desde el cuidado 

En la Clínica, el liderazgo enfermero no solo se ejerce en consultas, quirófanos o comités clínicos, sino también en los momentos más humanos del día a día. Prueba de ello ha sido la primera edición que se celebra en ambas sedes, de manera conjunta, de los Daisy Awards, en la que seis enfermeras — Yolanda Márquez, matrona del Área de Partos; Marta García, de Hospitalización; Itziar Remírez, del Centro Residencial; Rosa Goñi, de la UCI; Alejandra Bachiller, de Oncología Médica; y Marta Oteiza, de Digestivo — fueron reconocidas por “su atención extraordinaria, compasiva y profesional”, nominadas por pacientes, familias y compañeros. 

Estas historias, contadas en primera persona, hablan de una Enfermería que llega donde otros no llegan. Como cuando Rosa acompañó con cariño y cercanía a toda la familia de una paciente, o cuando Inés, con seguridad y ternura, dio confianza durante un parto complicado. “Con una delicadeza infinita, sin decir mucho, Yolanda me ofreció justo lo que necesitaba: seguridad, ternura, y una presencia humana que no se olvida. Entre contracciones y lágrimas, me sentí cuidada de una forma profunda y sincera”, relató otra paciente en la nominación. No fueron solo actos clínicos: fueron gestos de humanidad grabados en el corazón de quienes los recibieron. 

Imagen de la silueta de Carmen Rumeu, directora corporativa de Enfermería de la Clínica Universidad de Navarra.
"Liderar es estar presente, estar preparada y ser parte activa de cada decisión que afecta al paciente".

CARMEN RUMEU
Directora corporativa de Enfermería

Los Daisy Awards, creados por la familia de un paciente americano, en los años 90, para reconocer esa excelencia compasiva, encajan perfectamente con el modelo de Enfermería de la Clínica. Un modelo que visibiliza la voz de las enfermeras, promueve su autonomía, refuerza su perfil profesional y sitúa al paciente y su entorno en el centro. Desde esa visión, el liderazgo enfermero cobra fuerza: no se trata solo de hacer bien un procedimiento, sino de proporcionar tranquilidad, dignidad y calidez, incluso en situaciones difíciles. 

Un sello internacional a una forma de trabajar 

Además, la Clínica Universidad de Navarra ha recibido una de las acreditaciones más exigentes en el ámbito hospitalario: la designación como hospital Magnet. Es el primer centro de España en conseguirlo, y uno de los pocos en Europa. Este reconocimiento, otorgado por el American Nurses Credentialing Center (ANCC), distingue a instituciones que ofrecen un entorno de trabajo enfermero excelente, centrado en el liderazgo, la calidad asistencial y la mejora continua. 

¿Qué significa ser un hospital Magnet? Que las enfermeras tienen un papel protagonista en la organización. Que la investigación, la formación continua y la participación en la toma de decisiones son parte de la cultura diaria. Y que, gracias a todo ello, los pacientes reciben una atención más segura, más eficaz y humana. 

Para llegar hasta aquí, la Clínica ha recorrido un camino de años. Se han evaluado procesos, resultados clínicos, experiencias de pacientes y condiciones laborales. Ha sido una transformación profunda, que ha reforzado la colaboración entre servicios y ha consolidado un modelo donde cada profesional suma. Y en ese recorrido, las enfermeras han sido motor y guía.

Una cuestión de vocación  

Tanto Esther como Adriana coinciden en que la decisión de ser enfermeras comenzó por una vocación de cuidar del otro. Una vocación que fue tomando forma con los estudios de enfermería y con los perfeccionamientos que cada una de ellas ha hecho, y continúa haciendo, en su área de trabajo.  

En el caso de las nuevas generaciones de enfermeras que entran en la Clínica, Esther tiene claro lo que busca inculcarles: “que no pierdan nunca el fin de su profesión, que es el paciente. Ellos son la diana de nuestro trabajo; y para ello tienen que formarse de manera continua, saber trabajar en equipo, investigar, formar a los nuevos profesionales y enseñarles a hacer una buena enfermería”, comenta.  

Por otra parte, Adriana señala que se han ido formando equipos de investigación en enfermería, y que, así como tiene la posibilidad de formarse a través del máster que actualmente cursa, en la Clínica ve que existe esa posibilidad de desarrollo. “Hay cursos de enfermería basada en la evidencia, se promueve y ayuda para que las enfermeras sean líderes en su profesión, sean investigadoras, aprendan a gestionar su trabajo de la mejor manera posible. Yo estoy muy contenta de trabajar aquí”, concluye.  

Imagen icono redondo color de unas manos con un corazón.

Un modelo que inspira 

La entrega de los premios Daisy y la acreditación Magnet son el reflejo de una apuesta decidida por una Enfermería que cuida con ciencia y corazón. Que lidera sin dejar de escuchar. Que se implica en cada detalle y que busca, siempre, mejorar la vida de quienes llegan a la Clínica. 

Desde las unidades de hospitalización hasta las consultas, pasando por quirófano, urgencias, UCI o cuidados paliativos, las enfermeras de la Clínica comparten una misma visión: la excelencia no está solo en la técnica, sino en cómo se aplica. Y ahí, el trato humano, la cercanía y la capacidad de liderazgo marcan la diferencia. 

“Liderar es estar presente, estar preparada y ser parte activa de cada decisión que afecta al paciente”, afirma Carmen Rumeu, directora corporativa de Enfermería. Y es precisamente eso lo que ya hacen a diario en la Clínica. Con conocimiento, con compromiso y con una mirada siempre puesta en el futuro.