Investigación

‘Tele-enfermería’ exitosa para el manejo de úlceras vasculares a distancia


Un estudio de las enfermeras de Cirugía Vascular de la Clínica Universidad de Navarra demuestra que el seguimiento telemático y la educación sanitaria optimizan las tasas de cura y permite un correcto tratamiento de estas lesiones cutáneas

Imagen de Loreto Rubio y Carmen Alfaro, enfermeras de Cirugía Vascular. Clínica Universidad de Navarra
Loreto Rubio y Carmen Alfaro, enfermeras de Cirugía Vascular de la Clínica.

Texto: Álvaro Sánchez León

Fotografía: Manuel Castells

1 de diciembre de 2023

El procedimiento de cierre de las úlceras requiere unas curas presenciales, a veces diarias, que implica un desplazamiento y un tiempo. Formar al paciente y realizar el seguimiento de sus lesiones mediante tele-enfermería ha sido el objetivo del estudio presentado por un equipo de enfermería vascular de la Clínica Universidad de Navarra en el XXXIV Congreso Nacional de Enfermería Vascular y Heridas. Los buenos resultados de este proceso han hecho que se protocolice para ofrecer ya como alternativa a los pacientes que viven más lejos del hospital, no solo para completar el tratamiento, sino también para mejorar su calidad de vida.

Loreto Rubio, enfermera de Cirugía Vascular en la Clínica y autora de la comunicación, junto a su compañera en el departamento Carmen Alfaro, explica el origen de este estudio: “Vimos que el 75 % de nuestros pacientes vivían fuera de Madrid y venir periódicamente a las curas les resultaba complejo de gestionar. Por ello, planteamos un programa de seguimiento a distancia en el que los pacientes nos mandan imágenes de las heridas y nosotras dirigimos los cuidados para que se realicen las curas en su domicilio o en su centro de salud”.

EN CIFRAS

8

semanas desde la primera valoración hasta el cierre de la úlcera.

92%

de los pacientes consiguen un cierre definitivo de la úlcera.

El estudio se ha realizado durante dos años entre 15 pacientes con lesiones complejas de más de seis meses de evolución que buscaban alternativas a otros tratamientos recibidos. Todos ellos redujeron significativamente la superficie de la úlcera y el dolor asociado, consiguiendo el cierre definitivo en el 92 % de los pacientes en un tiempo medio de ocho semanas desde la primera valoración.

En la primera consulta, que debe ser presencial, los pacientes reciben una hoja de indicaciones, el material necesario de cura y el contacto directo al que enviar las imágenes al menos dos veces por semana. Las enfermeras valoran y ajustan sus necesidades concretas en función de la evolución de la herida en menos de 24 horas tras recibir las imágenes. Si son necesarias, las visitas presenciales se ajustan en función de la evolución de la herida.

“Con estos pacientes hemos comprobado que el seguimiento telemático de las úlceras vasculares y una correcta educación sanitaria por parte de enfermería permite optimizar las tasas de curación, disminuyendo la presencialidad y los desplazamientos, pero manteniendo nuestros estándares de excelencia en los cuidados y acompañamiento del paciente”, concluye Carmen Alfaro.