Dr. Luis Seijo: “Sueño con que el cáncer de pulmón sea historia y no una realidad espantosa”
Cassandra, Solace o AIRE son algunos de los proyectos que está implementando Luis Seijo, director del Departamento de Neumología de la Clínica Universidad de Navarra, cuya formación en Filosofía le ha dado “una visión más humanista de la Medicina”. Cuando no lucha contra el cáncer, le gusta el arte del bonsái

Texto: María Domínguez
Fotografía: Cedidas
1 de octubre de 2024
La princesa troyana Casandra quería ver el futuro y le pidió a Apolo el don de la clarividencia. Apolo se lo concedió a cambio de que correspondiese a su amor, pero Casandra no cumplió su promesa y Apolo la castigó con una maldición: nadie creería nunca en sus predicciones. De hecho, advirtió sobre el engaño del caballo de Troya, pero nadie le hizo caso. Ahora este personaje da nombre a un proyecto piloto multicéntrico español que quiere demostrar la viabilidad del cribado de cáncer de pulmón en España, proporcionando evidencia científica adaptada a nuestro contexto. Y es que, aunque ésta ya existe, no terminan de creerla, como a la Casandra del mito.
“Llevamos 20 años mostrando la evidencia a favor del cribado de cáncer de pulmón y seguimos creyendo muy despacio la evidencia, sobre todo en Europa y España, porque en EEUU sí lo están implementando”, subraya el Dr. Luis Seijo, director del Departamento de Neumología de la Clínica Universidad de Navarra y cocoordinador del proyecto Cassandra. “Me pidieron que le pusiera nombre, pero no se me ocurría ningún acrónimo en español, sí en inglés: Cancer Screening, Smoking Cessation and Respiratory Assessment, que se lee Cassandra. Y caíamos en la cuenta de quién era este personaje mítico”, cuenta el Dr. Seijo.
En el proyecto, liderado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), colaboran varias sociedades científicas, asociaciones de pacientes y fundaciones. En principio incluirá a fumadores y exfumadores (que no lleven más de 15 años sin fumar) de entre 50 y 75 años con un índice de paquetes-año igual o mayor de 20, pero con la experiencia podrían ir incorporando nuevos rasgos.
La prueba que se realiza es un TAC de tórax de baja dosis de radiación, que no solo permite encontrar nódulos pulmonares, sino calcificaciones coronarias o patologías respiratorias como la EPOC. “En algunos países, por ejemplo, Países Bajos, el TAC se contempla solo como una herramienta de cribado de cáncer de pulmón y no se pueden usar los hallazgos incidentales para informar a los pacientes porque sería extralimitarse. Nosotros lo vemos como una oportunidad para detectar EPOC, que es la cuarta causa de muerte en España, por lo que este proyecto con una visión tan holística y centrada en el paciente es bastante pionero”, explica el especialista, que también ha coordinado el año Separ 2023-2024 de detección precoz del cáncer de pulmón.

El cribado de cáncer de pulmón no solo se enfrenta a los problemas de otros cribados, como la adherencia o la implantación, sinco con el estigma que tiene asociado al tabaquismo.
Este tumor es uno de los más comunes y uno de los más letales, por lo que es el que más vidas cuesta y eso conlleva también dinero y recursos. “El cribado de cáncer de pulmón no solo se enfrenta a los problemas de otros cribados, como la adherencia o implementación, sino con el estigma que tiene asociado el tabaquismo, que hace que incluso en ámbitos médicos a veces se cuestione el pago de estos tratamientos a cuenta de los impuestos de todos”, asegura Seijo. “A nadie se le ocurre decir 'no te voy a pagar un antihipertensivo si no dejas de comer sal en tu dieta'. Por eso siempre le digo a los estudiantes que no somos jueces, somos médicos. No es nuestra labor juzgar a las personas, sino ayudarlas, especialmente a las que están enfermas”.
La participación del Dr. Seijo y de profesionales del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra en Cassandra no es casualidad, sino fruto de toda una trayectoria. Por un lado, la Clínica fue pionera en el programa de cribado de cáncer de pulmón mediante TAC de tórax de baja dosis de radiación hace ya más de 20 años, con el Dr. Javier Zulueta, en ese momento director del Departamento de Neumología de la Clínica. Esa forma de detección precoz había sido iniciada por Claudia I. Henschke y David Yankelevitz en la Universidad de Cornell (Nueva York) y formaron una cohorte internacional, a la que el doctor Zulueta se incorporó tras conocerlos en un congreso norteamericano. Ese proyecto se llama I-ELCAP (The International Early Lung Cancer Action Program) y ha acabado revolucionando el abordaje del cáncer de pulmón.

DR. LUIS SEIJO
Director del Departamento de Neumología
Por su parte, el Dr. Seijo se licenció en Filosofía en la Universidad de Columbia, ya que haciendo el College le “enganchó” la materia. “Te da una dimensión humanista que no choca con la Medicina, en la que no puedes perder de vista al ser humano, que está en el centro de todo, y a mí me ha sido tremendamente útil”. Útil para debatir en la Facultad de Medicina con el mismo Peter Nowell (el descubridor del cromosoma Filadelfia) sobre lo que tenían en común la leucemia y San Agustín, o para diagnosticar algunos casos a lo largo de su carrera, incluso para ponerle nombre a un proyecto como Cassandra.
Tras 16 años en EEUU, y aun teniendo todo un porvenir profesional por delante, quiso volver a España por razones sentimentales. “Le estoy muy agradecido a EEUU por mil razones, pero mi sentimiento de pertenencia, mi sitio en el mundo estaba en España”. No lo conseguía y, cuando estaba a punto de darse por vencido, la Clínica Universidad de Navarra le ofreció un trabajo en 2004.
Su evolución en la oncología torácica la cuenta “como la historia de Benjamin Button”. “Empecé mi andadura en cáncer de pulmón al final de la película, al final de su historia natural, cuando está diagnosticado y tiene serias consecuencias”. En la Universidad de Pensilvania realizaba broncoscopia intervencionista (trabajó con Dan Sterman, actual jefe del Servicio de Neumología en la Universidad de Nueva York, y luego en Francia con Jean-François Dumon, padre de la broncoscopia intervencionista) y cuando llegó a Navarra pasó a la detección precoz que se hacía en la Clínica y en I-ELCAP. Desembarcó en la Fundación Jiménez Díaz (FJD) en 2011, donde creó un programa de cribado de cáncer de pulmón y trabajó “con un grupo muy potente que había de trastornos respiratorios del sueño, viendo esa asociación entre la hipoxia y el origen del cáncer de pulmón, que es ir más atrás todavía, en su germen”.
Pioneros en Europa
Tras seis años en la FJD, volvió a la Clínica cuando abrió su sede en Madrid en enero de 2018, donde además de Cassandra está implementando Solace, un proyecto multicéntrico financiado por el programa europeo UE4Health que empezó en abril de 2023 y durará hasta 2026 (la Clínica es el único centro español que participa). “No solo quiere aportar más evidencia que apoye el cribado, que también, sino sobre todo cómo implementarlo, cómo acercarnos a las mujeres, que fueron las grandes olvidadas de los ensayos clínicos; a los más desfavorecidos, que no acuden al médico por distancia a un centro hospitalario que tiene las herramientas de cribado; a los pacientes de mayor riesgo, que son los que tienen EPOC, enfermedades pulmonares intersticiales o son inmunodeprimidos”, indica el Dr. Seijo.
Las mujeres tienen cáncer de pulmón a edad más temprana y con menos consumo de tabaco que los hombres, pero incluir más personas en los cribados conlleva también problemas, por lo que la clave para el Dr. Seijo es la investigación. “En Latinoamérica y Asia es un poco diferente a la epidemia que vivimos en Europa, hay mujeres no fumadoras, más mutaciones EGFR y es una enfermedad un poco diferente, aunque las consecuencias son las mismas, porque están expuestas al daño del humo de combustión, de leña dentro de las casas por viviendas mal ventiladas. Por eso hay que investigar más. También en el caso de los hombres que se quedan fuera del cribado, en torno a casi un 30%. El cribado actual con sus vigentes criterios de inclusión no es la panacea, es un principio del fin del cáncer de pulmón”.
Otros proyectos que tienen entre manos el doctor Seijo y la Clínica son AIRE, un estudio de biomarcadores en sangre en el que han cribado gratuitamente a 700 individuos (quieren llegar a 1.000), detectando cinco cánceres de pulmón, a cambio de una muestra de sangre con la que investigarán “ya que encontrar biomarcadores puede ayudarnos a tomar decisiones”; y un proyecto de inteligencia artificial (IA) con una empresa que trabaja en este ámbito para saber si los nódulos pulmonares que detectan son benignos o malignos. “A día de hoy solo podemos esperar a ver si crece, pero eso genera ansiedad, preocupación y siempre se puede escapar un cáncer entre intervalos, por lo que estamos viendo qué puede aportar la IA para evitarnos esas esperas”.
El Dr. Seijo, que cita al poeta Marlowe cuando habla de su mujer y confiesa que fue amor a primera vista, toca la guitarra de blues, le gusta el fútbol y la lectura, y es muy aficionado a los bonsáis, que no dejan de ser obras de arte que requieren mucha paciencia, lo cual deja entrever la personalidad de este especialista que sueña con que el cáncer de pulmón “sea historia y no una realidad espantosa”.