Investigación

Plasma para curar las úlceras venosas


El plasma, empleando aire a presión atmosférica en forma de jet, no se había probado nunca para tratar las úlceras vasculares venosas... hasta ahora

Imagen al microscopio de un corte de un vaso sanguíneo.
Micrografía de vasos sanguíneos, la vena y la arteria.

Texto: Carmen Guerrero

Fotografía: Manuel Castells

1 de marzo de 2023

La Clínica Universidad de Navarra está llevando a cabo un ensayo clínico en el que, por primera vez en el mundo, se tratarán las úlceras venosas con plasma, el cuarto estado de la materia, empleando aire a presión atmosférica en forma de jet. El ensayo se está llevando a cabo en las sedes de la Clínica en Pamplona y Madrid y, también, en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón de la capital.

Las úlceras y el plasma

Una úlcera es una llaga que aparece en la piel a causa de una pérdida de sustancia y que tiende a no cicatrizar bien. En concreto, las úlceras vasculares se generan debido a una mala circulación de la sangre, siendo las venosas el tipo de lesión más severa y común, pues representan entre el 80-90% del total de las úlceras vasculares.

El tratamiento convencional para estas úlceras es el empleo de apósitos (parecido a un vendaje). Estos apósitos absorbentes, como los alginatos e hidrocoloides, ayudan a mantener la herida limpia, y así intentar cerrarla. El ensayo clínico llevado a cabo contrasta esta práctica, que ha sido la más efectiva hasta ahora, con un tratamiento único en el mundo: el plasma empleando aire a presión atmosférica en forma de jet.

Imagen del Dr. Hontanilla con la máquina que aplica plasma en úlceras venosas. Clínica Universidad de Navarra

El Dr. Hontanilla aplicando el plasma empleando aire a presión atmosférica en forma de jet.

Infografía del plasma, cuarto estado de la materia. Clínica Universidad de Navarra.

El plasma como cuarto estado de la materia se alcanza al añadir energía a un gas (el tercer estado de la materia), de forma que una gran parte de sus moléculas se ionizan, es decir, que pasan a estar cargadas de electricidad. Son ejemplos de plasma el Sol, las auroras boreales o los rayos. En general, los plasmas suelen estar muy calientes, llegando a alcanzar temperaturas superiores a los 2.000 grados.

Los plasmas fríos, como el que se emplea en el ensayo, son la excepción y han sido objeto de interés mundial durante los últimos años. Se entendiende como fríos aquellos que, por estar fuera del equilibrio termodinámico, no transfieren calor y, por tanto, son compatibles con los tejidos vivos.

Un tratamiento único

"Aplicamos el plasma como efecto de un rayo o un relámpago —de forma segura para el paciente, naturalmente— que produce la ionización del aire sobre la herida", explica el Dr. Bernardo Hontanilla, director científico y académico del Departamento de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora e investigador principal del ensayo, que detalla que "ese flujo de aire aplica dos mecanismos terapéuticos a la vez sobre la úlcera: por un lado, emplea campos eléctricos locales que reactivan la microcirculación sanguínea, y, al mismo tiempo, emplea oxígeno y nitrógeno ionizado como efecto bactericida que no afecta a las células sanas, lo que consigue que la herida se cierre rápidamente".

El especialista subraya que la técnica es completamente indolora y ha sido testada previamente y con éxito en modelos animales, cuyas heridas cerraban a mayor velocidad. "Queremos determinar la eficacia clínica del plasma ionizado a presión atmosférica, ya que cuenta con la ventaja de una mayor absorción de oxígeno y glucosa en la herida, lo que facilita su curación", añade el Dr. Hontanilla.

"Las úlceras venosas son un desafío terapéutico actual, sobre todo en el contexto de un síndrome post-trombótico, ya que seguimos en busca de terapias rápidas y eficaces que mejoren la calidad de vida de nuestros pacientes", añade el Dr. Ignacio Leal, especialista en Angiología y Cirugía Vascular y responsable del ensayo en la sede de Madrid. "Estamos convencidos de que existen, además, múltiples aplicaciones de esta nueva tecnología del plasma como, por ejemplo, en el tratamiento del acné, de neumonías (en forma de aerosoles) y otras enfermedades", indica el Dr. Hontanilla.

Impulsar la innovación

El sistema estudiado en este ensayo está aprobado por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios y financiado por Medical Plasmas, una start up impulsada por Innovation Factory, la incubadora de empresas de la Universidad de Navarra, y por Clave Capital, gestora de capital riesgo especializada en transferencia de tecnología.

"El único jet de plasma frío de aire para uso médico lo hemos desarrollado nosotros, pero es fundamental encontrar instituciones que confíen en el proyecto sumándose a él, y eso es lo que hemos encontrado en la Universidad de Navarra", explica Daniel Cortázar, cofundador y CTO de Medical Plasmas.

Imagen del Dr. Hontanilla y el Dr. Leal, estudio plasma para úlceras venosas. Clínica Universidad de Navarra

Los doctores Bernardo Hontanilla e Ignacio Leal, investigadores del ensayo clínico, junto al dispositivo utilizado para el tratamiento.

El Dr. Hontanilla recalca sobre esta tecnología que "resulta muy interesante y podría beneficiar a muchos pacientes con estas dolencias, además de tener un potencial de impacto social considerable". Este impacto social es uno de los propósitos de Innovation Factory por parte de la Universidad de Navarra, un servicio con el objetivo de crear, impulsar, acompañar y asesorar a startups de base científico-tecnológica.

"Innovation Factory está desarrollado gracias al interés de la Universidad en transferir su capacidad científico-tecnológica a la sociedad mediante la creación de startups que generen empleo y riqueza para los egresados y la sociedad", añade Belén Goñi Alegre, directora de Innovation Factory, "por eso, en su momento confiamos —y seguimos creyendo— en Medical Plasmas S.L. para impulsar soluciones médicas avanzadas".

Ilustración de fibroblastos, células de soporte. Clínica Universidad de Navarra

¿Qué es un fibroblasto?

Los fibroblastos son las células que ayudan a los tejidos a reconstruirse gracias a su secreción de colágeno. Juegan un papel crucial en la curación de heridas, ya que son las células más comunes del tejido conectivo.