Medicina personalizada

De la reconstrucción a la estética en 14 intervenciones plásticas


La Cirugía Plástica, Estética y Reparadora combina ciencia, técnica y sensibilidad clínica para responder a necesidades muy diversas. Desde la reconstrucción tras un accidente o una enfermedad como el cáncer, hasta la mejora de la apariencia física y el bienestar emocional

Ilustración de una escultura clásica combinada con tijeras de cirujano, líneas discontinuas y fotos de médicos.
La Cirugía Plástica, Estética y Reparadora en la Clínica Universidad de Navarra abarca un amplío número de intervenciones. 

Texto: María Domínguez

Ilustrador: Sr. García

2 de octubre de 2025

En la Clínica Universidad de Navarra, el campo de la Cirugía Plástica, Estética y Reparadora abarca un amplio espectro de intervenciones que permiten ofrecer soluciones personalizadas que mejoran de manera integral la calidad de vida de los pacientes. No se trata de “hacer por hacer”, sino de “hacer con sentido”; y para ello, los profesionales de esta especialidad cuentan con un extenso abanico de opciones.

Cirugía reconstructiva y reparadora

1. Reconstrucción mamaria

Con el objetivo de restaurar la forma y apariencia de la mama tras una mastectomía (extirpación por cáncer) o una lesión, existen diversas técnicas de reconstrucción mamaria que pueden incluir el uso de implantes, tejidos propios del cuerpo o una combinación de ambos. La finalidad es lograr un resultado estético y armónico, respetando siempre la salud y bienestar de cada paciente. Esta cirugía puede realizarse de forma inmediata durante la misma operación de la mastectomía o diferida, meses o años después, según las necesidades médicas y preferencias personales.

2. Parálisis facial

La parálisis facial puede tener un impacto significativo en la función y en la apariencia del rostro. Cuando la recuperación espontánea no ocurre, la cirugía puede ofrecer alternativas efectivas para restaurar el movimiento, la simetría y la expresión. Existen diferentes técnicas según la causa, el tiempo de evolución y el grado de afectación. Algunas de las opciones incluyen injertos nerviosos (como el nervio sural), transferencias musculares (por ejemplo, el músculo gracilis para restaurar la sonrisa), o procedimientos para estabilizar el párpado y mejorar la simetría en reposo. El tratamiento es altamente personalizado y puede requerir varias etapas.

3. Reconstrucción postoncológica

Tras la extirpación de diferentes tumores, la cirugía reconstructiva desempeña un papel esencial. El desarrollo de la microcirugía ha permitido trasladar tejidos con su irrigación vascular desde una zona donante hasta la afectada, mediante suturas realizadas bajo microscopio. Entre los más utilizados se encuentran el colgajo anterolateral de muslo, el DIEP (de la pared abdominal) o el fibular libre para reconstrucciones óseas. Gracias a estas técnicas, es posible cubrir defectos complejos en cabeza y cuello, mama o extremidades, ofreciendo resultados funcionales y estéticos duraderos y adaptados a cada paciente.

4. Cirugía postbariátrica

Después de una pérdida masiva de peso, ya sea tras una cirugía bariátrica o por cambios en el estilo de vida, muchas personas presentan exceso de piel y tejidos que no se retraen adecuadamente. La cirugía postbariátrica tiene como objetivo eliminar ese exceso cutáneo, mejorar el contorno corporal y aliviar molestias físicas, como irritaciones, infecciones o dificultades en la movilidad. Los procedimientos más comunes incluyen la abdominoplastia extendida, lifting de brazos (braquioplastia), lifting de muslos, mastopexia (elevación mamaria) y torsoplastia (lifting de la parte superior del cuerpo). Cada intervención se planifica cuidadosamente para adaptarse a las necesidades y prioridades del paciente, contribuyendo a una mejor autoestima y calidad de vida.

5. Anomalías vasculares y lesiones cutáneas

Las anomalías vasculares comprenden un grupo de malformaciones o tumores que afectan a vasos sanguíneos o linfáticos. Su comportamiento puede variar: algunos desaparecen con el tiempo, mientras que otros requieren tratamiento porque causan dolor, alteraciones estéticas o complicaciones funcionales. El abordaje puede ser médico, quirúrgico o mixto, incluyendo resección quirúrgica, tratamientos con láser, escleroterapia o embolización.

De forma complementaria, la cirugía reconstructiva también aborda lesiones cutáneas, como carcinomas, melanomas o cicatrices patológicas. En estos casos, el objetivo es extirpar la lesión de manera segura y, al mismo tiempo, realizar una reconstrucción que preserve la función y logre el mejor resultado estético posible.

6. Linfedema

El linfedema es una condición crónica causada por la acumulación de líquido linfático en los tejidos, lo que produce inflamación, pesadez y riesgo de infecciones recurrentes. El tratamiento quirúrgico ofrece opciones para mejorar la calidad de vida del paciente, reducir el volumen afectado y prevenir complicaciones. Las técnicas incluyen la transferencia de ganglios linfáticos (VLNT), anastomosis linfático-venosas (LVA) y, en algunos casos, liposucción especializada. Estas intervenciones suelen combinarse con tratamientos conservadores, como la terapia compresiva y el drenaje linfático manual.

7. Otoplastia y reconstrucción auricular

Las alteraciones en la forma, tamaño o posición de las orejas pueden ser congénitas (como la microtia o las orejas prominentes) o adquiridas (por traumatismos o resecciones tumorales). La cirugía ofrece diferentes soluciones que van desde la otoplastia —destinada a corregir la posición o prominencia de las orejas— hasta complejas reconstrucciones auriculares mediante colgajos locales, cartílago costal o implantes específicos. El objetivo es restaurar una apariencia natural y armónica, al tiempo que se preserva o mejora la función. En los niños, estas intervenciones pueden tener un impacto muy positivo en la autoestima y la integración social.             

Cirugía estética

8. Blefaroplastia

Se trata de una cirugía destinada a corregir el exceso de piel, grasa o músculo en los párpados, tanto superiores como inferiores. Con el paso del tiempo, estas alteraciones pueden generar una apariencia de cansancio, envejecimiento o incluso afectar al campo visual. La intervención consiste en eliminar el exceso de tejido y, cuando es necesario, reposicionar la grasa para lograr un aspecto más fresco y rejuvenecido. Es un procedimiento de rápida recuperación y con un alto impacto en la expresión del rostro, devolviendo luminosidad y vitalidad a la mirada.

9. Rinoplastia

Siendo una de las cirugías estéticas más solicitadas, la rinoplastia busca mejorar la forma, el tamaño y la proporción de la nariz con respecto al rostro. También puede corregir problemas funcionales, como las desviaciones del tabique nasal o dificultades respiratorias. La intervención puede abordar aspectos como la punta nasal, el dorso, las fosas nasales o la simetría general. Cada rinoplastia se diseña respetando la anatomía y las características del paciente para lograr un resultado armónico y natural. Además, puede realizarse por vía cerrada (sin cicatrices visibles) o abierta, dependiendo del caso.

10. Estética facial sin cirugía

El rejuvenecimiento facial no quirúrgico engloba una serie de tratamientos mínimamente invasivos que buscan mejorar la calidad de la piel, atenuar arrugas y recuperar volumen. Entre los más utilizados se encuentran los neuromoduladores, los rellenos dérmicos, el láser, los peelings químicos y la bioestimulación con plasma o inductores de colágeno. Estos procedimientos ofrecen resultados visibles con poco tiempo de recuperación y pueden realizarse de forma individual o combinada. Representan una alternativa eficaz para pacientes que desean cambios progresivos y naturales sin necesidad de pasar por el quirófano.

11. Lifting facial

El lifting facial es una cirugía destinada a corregir la flacidez y el descolgamiento de la piel y los tejidos profundos del rostro y el cuello que aparecen con el paso del tiempo. A través de incisiones cuidadosamente planificadas, se reposicionan los músculos faciales, se elimina el exceso de piel y se redefine el contorno facial. Existen diferentes tipos de lifting (cervicofacial, frontal, endoscópico), que se eligen según las necesidades del paciente. Los resultados suelen ser duraderos y proporcionan un rejuvenecimiento global, manteniendo una apariencia natural.

12. Remodelación mamaria

La cirugía mamaria estética incluye procedimientos como el aumento, la reducción o la mastopexia (elevación). El aumento mamario se realiza mediante implantes o grasa autóloga para mejorar el volumen y la forma. La reducción busca aliviar problemas físicos (dolor de espalda, alteraciones posturales) y mejorar la proporción corporal. La mastopexia, por su parte, eleva y remodela la mama caída, generalmente asociada a embarazos, lactancia o envejecimiento. Todas estas cirugías se planifican de manera personalizada, con el objetivo de obtener un resultado natural y acorde a las expectativas de la paciente.

13. Abdominoplastia

La abdominoplastia es una cirugía que busca restaurar la firmeza del abdomen al eliminar el exceso de piel y grasa, y refuerza los músculos de la pared abdominal cuando han sido distendidos, como suele ocurrir tras pérdidas importantes de peso o embarazos. Es un procedimiento que mejora significativamente el contorno corporal, y que puede combinarse con otras técnicas como la liposucción para lograr resultados más completos. Existen diferentes variantes (miniabdominoplastia, abdominoplastia extendida, en flor de lis, etc.), que se eligen según las necesidades específicas del paciente. La recuperación requiere cuidados postoperatorios adecuados, pero los resultados suelen ser duraderos.

14. Liposucción

La liposucción es una técnica quirúrgica diseñada para eliminar depósitos de grasa localizada que no responden a dieta ni ejercicio. No está concebida como un método para perder peso, sino para mejorar el contorno corporal y armonizar la silueta. Puede realizarse en múltiples áreas, como abdomen, muslos, caderas, brazos o papada, y a menudo se combina con otros procedimientos estéticos. Los avances tecnológicos (liposucción asistida por láser o ultrasonidos) han permitido obtener resultados más precisos y una recuperación más rápida.