Implantes auditivos para conectar con el sonido de la vida
El programa de implantes cocleares de la Clínica Universidad de Navarra cumple 35 años. El Dr. Manuel Manrique, director del Departamento de Otorrinolaringología, hace balance de la evolución que han experimentado estos dispositivos y explica las diferentes opciones y alternativas existentes para pacientes con pérdida de audición severa

Texto: Alfonso Muerza
Fotografía: Manuel Castells
Infografista: Mikel Rodríguez
1 de junio de 2024
¿Qué es un implante?
Es un dispositivo que cumple las funciones que tiene el oído periférico. Su tarea es la de recoger los sonidos procedentes de la voz o del ambiente, transformarlos en señales eléctricas y transmitirlas al nervio auditivo. La corteza cerebral auditiva generará, entonces, un simbolismo de aquello que estamos escuchando para que la persona pueda entender los sonidos complejos de la palabra hablada y establecer una comunicación con otras personas. Son aparatos especialmente indicados para pacientes que tienen una lesión grave que les impide oír y entender.
¿Y cómo funciona?
La cóclea es una estructura que transforma los sonidos en mensajes nerviosos y los envía al cerebro. Por eso, las pérdidas de audición provocadas en esta parte del oído —llamada también caracol— generan daños permanentes que hoy en día no podemos tratar de manera curativa. Lo que buscamos con los implantes es sustituir esa función de la cóclea, estimulando la vía auditiva para que el paciente que se coloque un implante pueda escuchar y entender. Para ello, el dispositivo está compuesto por elementos externos —micrófono y audioprocesador— que son los que recogen el sonido y lo transforman en estímulos que, posteriormente, se envían al elemento interno que se ha colocado quirúrgicamente.

DR. MANUEL MANRIQUE
Director del Departamento de Otorrinolaringología
¿Qué tipo de pacientes son candidatos a recibir un implante?
La mayor parte de personas con hipoacusias severo-profundas podrían recibirlo. No obstante, hay una serie de contraindicaciones que, aunque no son muy numerosas, es conveniente tener en cuenta. En primer lugar, si el paciente carece de cóclea o de nervio auditivo no puede ser candidato. Además, existen situaciones que relacionamos con falta de motivación. Por ejemplo, cuando una persona, pese a poder recibir el implante, decide no hacerlo por cualquier motivo. Y, por último, si la pérdida de audición no es muy elevada, hay que valorar tratarla con cirugía convencional, farmacológicamente, con otro tipo de implantes auditivos como implantes de conducción de vía ósea o de oído medio, o con audífonos.
¿Cuál es la diferencia entre un audífono y un implante?
El audífono produce un estímulo acústico. Es decir, un sonido que recibirá el oído interno. Por eso, la cóclea tiene que estar, por lo menos, parcialmente sana para poder recoger esa información acústica. En los implantes, como por ejemplo el coclear, se trabaja con estímulos eléctricos. En estos casos, la lesión en el oído es ya permanente y no existe otra alternativa que baipasearla para estimular la vía auditiva.
¿De qué depende que un paciente reciba un implante u otro?
Hay una clara indicación de cuál es el más conveniente para cada persona en función de la gravedad de su pérdida de audición, la causa que la produce y el estado de las estructuras que se necesitan para el funcionamiento del dispositivo. Por ejemplo, si una persona tiene malformación con ausencia de la cóclea o del nervio auditivo será candidato a recibir un implante auditivo del tronco cerebral. Si el problema está en el oído interno o en el oído medio, y genera una pérdida leve a moderada-severa, tendrá que usar otro tipo de aparatos.
¿En qué consiste una cirugía para colocar un implante auditivo?
Cada una es diferente en función del tipo de dispositivo a implantar. Generalmente hablamos de intervenciones complejas, pero de una rápida recuperación. Por ejemplo, en aquellas en las que colocamos implantes de conducción de vía ósea o implantes activos de oído medio, podemos decir que la recuperación del paciente es prácticamente inmediata. En el caso de los implantes cocleares, son intervenciones que duran aproximadamente una hora y que conllevan un día de estancia hospitalaria. La cirugía para colocar un implante de tronco cerebral es más larga y la estancia en la Clínica se puede prolongar por lo menos durante tres días.
¿Los beneficios son instantáneos?
Depende de cada persona. Los implantes de conducción de vía ósea y los implantes activos de oído medio ofrecen unos resultados prácticamente inmediatos. En el momento en el que se activa, la persona tiene ya una percepción auditiva a la que se acostumbra en unos días. En el caso de los implantes cocleares depende mucho del perfil de cada paciente y del tipo de pérdida auditiva. Si hay niños que nunca han oído, el proceso de adaptación irá ligado al desarrollo del lenguaje, que durará unos años.
¿Quiénes intervienen en ese proceso de adaptación?
El equipo está formado por otorrinolaringólogos, audiólogos, logopedas y audioprotesistas. Cada grupo de profesionales cubre algunas necesidades que en conjunto sirven para proporcionar un correcto desarrollo y adaptación con unos óptimos resultados.
¿Y de qué forma se evalúa si los resultados de la colocación de implantes son positivos?
La principal prueba que realizamos es la audiometría. Hacemos este test para saber cómo oía la persona antes de la colocación del implante y otra para saber cómo oye después. Esto nos permite comparar ambas situaciones y conocer los niveles tanto de audibilidad como de comprensión de la palabra hablada, tanto en ambientes de silencio como en ruido. También realizamos cuestionarios de satisfacción. Podemos afirmar que los resultados son tremendamente positivos, ya que los dispositivos cambian la vida de las personas y posibilitan, por ejemplo, que un niño llegue a desarrollarse casi completamente en sus habilidades comunicativas.
Usted lleva 35 años colocando implantes cocleares en la Clínica. ¿Qué valoración hace de todo este tiempo?
Podemos afirmar que la colocación de implantes es una técnica en estado de gran madurez. Sabemos muy bien para quién está indicada y los resultados que se pueden obtener. Evidentemente, siempre hay áreas de mejora como, por ejemplo, a nivel tecnológico, ya que los dispositivos todavía pueden mejorar. Y también es preciso concienciar a la sociedad en general, y a las personas en particular, que hoy en día se puede mejorar su audición siendo recomendable visitar al especialista en caso de notar una pérdida auditiva.
¿Cuándo se debe visitar entonces al otorrino?
En el mismo instante en el que la persona perciba que está perdiendo audición. Lamentablemente, vemos que muchas de ellas soportan una situación de déficit auditivo y dejan pasar el tiempo sin buscar una solución. Esto es un problema, porque cuanto más tiempo pasa sin estimular la vía auditiva, peores resultados se obtienen a posteriori. Por eso, cuando alguien perciba que tiene dificultades para escuchar un sonido, o cuando tiene que poner la televisión más alta, o cuando no comprende una conversación si hay varias personas hablando a la vez, es importante realizar una consulta.