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Educación interprofesional: una mirada hacia el futuro


La Clínica ha puesto en marcha un taller de educación interprofesional enfocado al posgrado y al ámbito clínico, lo que la convierte en pionera en este tipo de formación que busca mejorar la capacidad de los profesionales para colaborar de manera efectiva

Talleres de Educación Interprofesional aplicados al posgrado y el ámbito clínico en la Clínica Universidad de Navarra.
En los talleres de educación interprofesional participan residentes de primer año y alumnos del Máster en Cuidados Especializados de Enfermería. 

Texto: María Marcos Graziati

Fotografía: Manuel Castells

19 de junio de 2025

El paciente siempre debe estar en el centro para poder ofrecerle los mejores cuidados, y esta es una máxima en el saber hacer de todos los profesionales de la Clínica Universidad de Navarra. Por eso, es importante que desde el inicio se les facilite la formación necesaria para aprender a dar una atención acorde a este principio. 

En esta línea, la Comisión de Docencia del hospital, con Mónica Vázquez, directora de Desarrollo del Área Profesional e Investigación de la Clínica, doctora en Enfermería y vocal de la Comisión, a la cabeza del proyecto, han implementado un innovador proyecto de educación interprofesional (EIP) dirigido a estudiantes de posgrado en Enfermería, y residentes de todas las especialidades con el fin de mejorar la calidad de la atención sanitaria a través de la colaboración y el aprendizaje conjunto entre diferentes disciplinas.

Seguir aprendiendo tras la universidad

El objetivo principal de estos talleres es ver cómo una formación práctica, donde diferentes profesionales de la salud trabajan juntos en simulaciones clínicas, mejora sus habilidades para colaborar y trabajar en equipo. Mónica Vázquez señala que “la atención centrada en la persona es esencial para garantizar una atención clínica de calidad, humanizada y eficaz”. Sin embargo, uno de los mayores desafíos en la formación de posgrado en salud es que los programas de estudio están muy divididos y hay poca coordinación entre las diferentes disciplinas.

La educación interprofesional se presenta como una estrategia eficaz para afrontar este desafío, promoviendo el aprendizaje conjunto entre profesionales de diferentes disciplinas con el fin de mejorar su colaboración y, en última instancia, la calidad de la atención al paciente. 

Este enfoque ya ha sido introducido en la Universidad de Navarra en el ámbito de grado, pero aún no se ha implementado de forma estructurada en la formación de posgrado, lo que pone de manifiesto la innovación que ha supuesto la puesta en marcha de este taller en la Clínica.

Foto silueteada de Mónica Vázquez, directora de Desarrollo del Área Profesional e Investigación en la Clínica Universidad de Navarra
"Centrarse en la persona es esencial para garantizar una atención clínica de calidad, humanizada y eficaz"

MÓNICA VÁZQUEZ
Directora de Desarrollo del Área Profesional e Investigación

Teoría y práctica, un combo ganador

La actividad está estructurada en varias fases, comenzando con la formación de tutores en competencias de educación interprofesional. Por su parte, los estudiantes del Máster en Cuidados Especializados de Enfermería y los residentes realizan un aprendizaje previo a través de módulos online, seguido de una práctica presencial que incluye actividades como el mapa de empatía interprofesional y simulaciones clínicas. Estas actividades se desarrollan en el Área Clínica Simulada (ACS) de la Clínica, con la supervisión de docentes expertos de distintas disciplinas.

“En esta primera edición, nos hemos enfocado en cuatro aspectos esenciales: el trabajo en equipo, el conocimiento y respeto de los roles, la resolución de conflictos y la comunicación efectiva entre disciplinas”, explica Dra. Loreto García del Barrio, PhD, especialista en Radiología, secretaria de la Comisión de Docencia y miembro de la Unidad de Educación Médica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra. 

La actividad, que se ha prolongado a lo largo de dos días durante la semana de incorporación de los nuevos residentes, incluía un debriefing estructurado para reflexionar sobre la práctica realizada. En este primer taller han participado más de 80 profesionales, entre residentes de primer año y alumnos de Máster en Cuidados Especializados de Enfermería, distribuidos en grupos pequeños que facilitan una atención personalizada y un aprendizaje más efectivo.

Si no se mide, no existe

Para medir la efectividad de los talleres, se utiliza una metodología mixta que combina estrategias cuantitativas y cualitativas. La herramienta principal es la escala RIPLS (Readiness for Interprofessional Learning Scale), una encuesta que se les facilita antes y después de la intervención y cuyos resultados se analizan mediante estadística descriptiva e inferencial.

Los resultados preliminares indican un aumento significativo en las competencias colaborativas y en la percepción del trabajo en equipo entre los estudiantes. Además, las encuestas de satisfacción muestran una valoración positiva de la experiencia formativa, destacando la aplicabilidad clínica y la mejora en la comunicación y el trabajo en equipo.

Impacto y futuro del proyecto

La implementación de estos talleres ha demostrado ser una estrategia eficaz para fomentar una cultura de colaboración en salud, promoviendo la interacción y el trabajo conjunto entre distintos profesionales. La Dra. Carmen D’Amelio, especialista en Alergología y docente del taller, señala que “el desarrollo de estas capacidades es fundamental para ofrecer una asistencia coordinada, de calidad y centrada en el paciente”. Por su parte, Elena Lizarazu, enfermera del Área de Críticos y también docente, añade que “a través de estos talleres, los alumnos se enfrentan a casos que, aunque son simulados, reflejan situaciones reales que pueden surgir en su práctica diaria”.

El éxito de este proyecto ha llevado a la Clínica a considerar su integración en la formación inicial de todos los profesionales que se incorporen al hospital. Además, se planea difundir los resultados en congresos y publicaciones científicas, contribuyendo al avance de la educación interprofesional en el ámbito sanitario.

Los talleres de EIP en la Clínica Universidad de Navarra representan un paso significativo hacia una formación más cohesionada y colaborativa, alineada con las recomendaciones internacionales en educación sanitaria. Este enfoque no solo mejora la práctica clínica real, sino que también contribuye directamente a una mejor atención y resultados en salud para los pacientes.

Los participanes opinan

Lourdes Giovanetti, R1 de Psicología Clínica en la Clínica Universidad de Navarra.

LOURDES GIOVANETTI
R1 de Psicología Clínica

"Me pareció una experiencia superútil. Como psicóloga, no siempre tienes la oportunidad de conocer de cerca cómo trabajan otras especialidades en el hospital, y este taller te permite precisamente eso: entender que nuestra labor es multidisciplinar y que el trabajo en equipo es fundamental. Además, te ayuda a ganar confianza, a encontrar tu lugar dentro del grupo y a empezar desde el principio con una actitud de respeto y colaboración entre profesionales".

Foto silueteada de Carlos Caballero, alumno del Máster en Cuidados Especializados de Enfermería de la Universidad de Navarra.

CARLOS CABALLERO
Alumno del Máster en Cuidados Especializados de Enfermería

“Este taller ha sido una oportunidad interesante para conocer a compañeros de otras especialidades médicas y de Enfermería.

A nivel formativo, aprender sobre el propio rol y el de los demás resulta muy enriquecedor”.

Nicolás Benito, R1 MIR en Oncología Médica en la Clínica Universidad de Navarra

DR. NICOLÁS BENITO
R1 de Oncología Médica

“Estas sesiones ofrecen un entorno seguro tanto para el futuro paciente como para el profesional, permitiéndonos abordar situaciones sumamente complejas sin temor a repercusiones, y garantizando la protección de ambos. Este contexto fomenta un aprendizaje profundo y libre de miedo, favorecido por la supervisión de colegas y tutores. Asimismo, realizar estos talleres junto a otros profesionales de primera línea, como los de Enfermería, resulta muy enriquecedor.

Después de seis años de estudios, al menos en mi experiencia, egresamos sin haber recibido una formación adecuada en este aspecto. Se asume que el trabajo en equipo es algo intuitivo desde el primer día, pero la realidad es que los roces y malentendidos, derivados de una falta de interés en la formación interprofesional, pueden entorpecer la dinámica diaria y perjudicar al paciente”.