Residentes por el mundo

Dos residentes rotando de la 'Vieja Europa' al 'Nuevo Mundo'


Carmen Mbongo y Christian Espinoza están llegando al final de su etapa como residentes de la Clínica y, por el camino, han tenido la oportunidad de rotar en dos grandes centros en Estados Unidos e Inglaterra, respectivamente

Los residentes Carmen Mbongo y Christian Espinoza en la sala de informes de Radiología revisando imágenes cerebrales en el ordenador.
Carmen Mbongo, residente de Radiodiagnóstico, y Christian Espinoza, de Neurología, en la sala de informe de Radiología de la Clínica.

Texto: María Marcos Graziati

Fotografía: Manuel Castells

19 de junio de 2025

Silueta del mapa del Estados Unidos en color azul

Nombre: Carmen Mbongo

Departamento: MIR R4 Radiodiagnóstico

Rotación: Mayo Clinic, Jacksonville, Florida, EE.UU.

Periodo de rotación: 6 semanas

Silueta azul del mapa de Reino Unido

Nombre: Christian Espinoza

Departamento: MIR R4 Neurología

Rotación: UCL Queen Square Institute of Neurology, Londres, Reino Unido

Periodo de rotación: 8 semanas

Carmen Mbongo: ¿Dónde has estado rotando, Christian? 

Christian Espinoza: En Londres, en UCL Queen Square Institute of Neurology, que pertenece al National Hospital for Neurology and Neurosurgery. Estuve allí durante dos meses, rotando en el Departamento de Trastornos del Movimiento. Tuve la oportunidad de asistir a consultas específicas de enfermedades raras que cursan con trastornos del movimiento como distonías, tics, parkinsonismos y ataxias. Los pacientes son muy seleccionados al ser un centro de referencia en Reino Unido como del resto de Europa. 

CM: Yo he estado rotando en la sección de Neurorradiología de Mayo Clinic Florida, un hospital en EE.UU. con tres sedes: Scotsdale (Arizona), Rochester (Minnesota), que es la sede original, y Jacksonville (Florida). Estuve en la sede de Jacksonville durante el mes de noviembre y lo cierto es que la experiencia fue muy buena. 

CE: ¿Qué te llevó a elegir ese hospital, más allá de ser un centro de referencia? 

CM: Estudié Medicina con el programa internacional aquí, en la Universidad de Navarra, donde algunos profesores extranjeros imparten asignaturas. Una de ellas, Clinical Cases in Neuroradiology, la impartía un radiólogo de Mayo Clinic, el Dr. Robles. La cursé en 2014-2015 y mantuvimos el contacto, tanto yo como otros compañeros que luego rotaron allí durante la carrera. No pude ir entonces, pero sí ahora como residente. He estado con él y con todo el equipo de neurorradiólogos, que son excelentes. Lo recomendaría sin duda. 

CE: Es, claramente, un lugar excepcional. 

CM: Totalmente. Además, en las especialidades vinculadas a la imagen, la tecnología influye mucho, y allí cuentan con una resonancia de 7 teslas y escáner Photon Counting. De todo. Más allá de estar en el extranjero y ver muchos pacientes, tienes acceso a tecnología de vanguardia, lo cual es fundamental en nuestra especialidad. Y el programa de formación de residentes en la sede de Florida está muy bien organizado, con un enfoque muy académico de las rotaciones. Tienen sesiones diarias, todos los casos se revisan con un adjunto… Y aunque es un hospital privado, tiene buen convenio con el sistema público local, por lo que puedes ver un gran volumen y variedad de patología. 

CE: En Europa hay muy pocos centros con esa tecnología. 

CM: La verdad es que ha sido una oportunidad buenísima. De hecho, en mayo me voy a rotar a Mount Sinai Hospital, donde también tienen resonancia de 7 teslas. La calidad de imagen que proporcionan estas máquinas es una maravilla para estudiar trastornos del movimiento, esclerosis múltiple, etc.

Carmen Mbongo, residente de Radiodiagnóstico de la Clínica Universidad de Navarra, en los jardines exteriores de la Mayo Clinic.

Carmen Mbongo en los jardines exteriores de la Mayo Clinic, en Jacksonville, durante su rotación.

Carmen Mbongo, residente de Radiodiagnóstico de la Clínica Universidad de Navarra, de excursión en un bosque durante su rotación en la Mayo Clinic.

Carmen Mbongo de excursión en un bosque durante su rotación en la Mayo Clinic.

CM: Y en tu caso, siendo un centro de referencia, ¿era complicado acceder? 

CE: Es un gran sitio con un alto número de solicitudes, por lo que es recomendable solicitarlo con antelación. Además, el profesor Kailash Bhatia, muy reconocido en el área de trastornos del movimiento, coordina la consulta del perfil mencionado, por lo que tenía un gran interés en vivir esta experiencia. También al ser un hospital especializado, reciben solicitudes de residentes de todo el mundo. 

CM: ¿Y tú cómo lo conociste? ¿Ya era conocido en tu servicio? 

CE: Una de mis directoras de tesis, la Dra. Iciar Avilés, tuvo la oportunidad de hacer un fellowship y trabajar allí, lo que me motivó a solicitarlo. Gracias a ello, adquirí mayor familiaridad con el proceso de aplicación. 

CM: Y cuándo empezaste la residencia, ¿ya sabías que te interesaban los trastornos del movimiento? 

CE: Al principio no lo tenía claro. Neurología es una especialidad muy amplia, con muchos contrastes. Sin embargo, en la Clínica hay una unidad de referencia en trastornos del movimiento, así que con el tiempo me fui interesando más. De hecho, estoy desarrollando mi tesis en ese ámbito, bajo la supervisión de las Dras. Luquin y Avilés. 

CE: Por cierto, Carmen, ¿tú cómo viviste el sistema sanitario allí? ¿Lo viste muy diferente del español? 

CM: Es difícil de comparar. El sistema español, con sanidad pública universal y gratuita, es algo excepcional. La Mayo es un hospital privado con convenios, pero sigue siendo muy exclusivo y caro. Aunque las aseguradoras cubren parte, los tratamientos son muy costosos. Hay pacientes que viajan expresamente para acceder a ciertas terapias, como, por ejemplo, tratamientos oncológicos o de esclerosis múltiple. Lo interesante es cómo gestionan el alto número de pacientes. Por ejemplo, el Dr. Middlebrooks —premio al radiólogo investigador más influyente en 2024— buscaba alinear la citación de resonancias 7T con el pico de levodopa en pacientes con párkinson. Ese nivel de gestión solo es posible cuando se cuenta con muchos pacientes y una alta especialización. En ese sentido, la diferencia no es solo económica, sino de estructura, volumen y especialización.

Christian Espinoza, residente de Neurología de la Clínica Universidad de Navarra, en la entrada del UCL Queen Square Institute of Neurology.

Christian Espinoza en la entrada del UCL Queen Square Institute of Neurology.

Christian Espinoza, residente de Neurología de la Clínica Universidad de Navarra, con el profesor Kailash Bhatia en el UCL Queen Square Institute of Neurology.

Christian Espinoza con el profesor Kailash Bhatia en el UCL Queen Square Institute of Neurology.

CE: En el centro donde estuve, al tratarse de un hospital del sistema público, pude observar un alto volumen de pacientes. Existían listas de espera tanto para pruebas como para intervenciones complejas, probablemente debido a su carácter de centro de referencia. Aun así, me llamó positivamente la atención que el manejo clínico era muy similar al que estamos acostumbrados aquí. El nivel tanto de los residentes como de los adjuntos me pareció excelente y, en muchos aspectos, comparable al nuestro. Fue reconfortante comprobar que los enfoques diagnósticos y terapéuticos no diferían tanto. 

CM: Eso también me pasó a mí. Salir fuera te hace valorar la preparación que tenemos aquí. Siempre te dicen que es buena, pero hasta que no lo vives, no lo compruebas. Al final, estamos hablando de hospitales punteros y, aun así, estamos muy bien formados. 

CE: Y vivir esa experiencia te motiva. Te da perspectiva para decidir si quieres subespecializarte, hacer un fellowship, enfocarte más en lo clínico o en la investigación… 

CM: ¿Y durante tu rotación tenías tiempo para investigar, o todo era clínico? 

CE: El programa estaba muy bien organizado. Teníamos tres días de consultas, un día de sesiones clínicas y otro exclusivo para investigación. Había muchas oportunidades de colaborar en proyectos, incluso siendo observer. Es una excelente oportunidad para aprender técnicas que durante la residencia quizá no se pueden abordar con la profundidad deseada. Es ideal para iniciarse en investigación más básica, que en Neurología tiene mucho potencial. 

CM: En la Mayo, en cambio, está más diferenciada la parte asistencial de la investigadora. Hay una estructura muy clara: sesiones, comités multidisciplinares… Y unas sesiones del departamento muy enfocadas a preparar el examen final de residencia. Me gustaría proponer algo así aquí. Pero sí, allí se distingue mucho quién va a investigar y quién va a formarse clínicamente. Al final, son diferencias de estilo.