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El estrés intensifica la percepción de los acúfenos, un síntoma con el que conviven más del 10% de los españoles 


La Dra. Marta Chaure, especialista en Otorrinolaringología de la Clínica Universidad de Navarra, destaca que el tratamiento habitual se centra en una terapia de reentrenamiento y aceptación menos molesta 

12 de septiembre de 2025

Escuchar un zumbido constante sin que exista una fuente externa de sonido es una experiencia que vive más del 10% de la población adulta en España. Se trata de los acúfenos o tinnitus, un síntoma muy frecuente que, según explica la Dra. Marta Chaure, especialista en Otorrinolaringología de la Clínica Universidad de Navarra, “consiste en la percepción interna de un ruido que no proviene del entorno, sino del propio oído, y que se manifiesta como un pitido, un silbido, un zumbido o incluso un sonido similar al de una olla exprés”. 

Los acúfenos pueden afectar a uno o a los dos oídos y, aunque en algunos casos desaparecen tras unos días o semanas, en otros tienden a cronificarse. “La duración es muy variable”, señala la especialista. “Hay pacientes que los perciben solo durante un tiempo limitado y otros en los que se convierten en un acompañante constante”. 

Entre las principales causas, la Dra. Chaure destaca la pérdida de audición o hipoacusia, especialmente en personas mayores. “A medida que envejecemos, igual que perdemos vista, también perdemos audición, y esta disminución está estrechamente relacionada con la aparición de acúfenos”. Además de la edad, cualquier patología que afecte al oído interno puede desencadenar este síntoma. También el estado emocional influye de manera decisiva: el estrés y los nervios no solo aumentan la percepción del acúfeno, sino que pueden intensificarlo, haciendo que el paciente lo sienta más fuerte y molesto. Por el contrario, mantenerse distraído o centrado en otras actividades contribuye a percibirlo con menor intensidad. 

Aunque actualmente no existe un tratamiento capaz de eliminar por completo los acúfenos, la especialista subraya que sí se pueden mitigar sus efectos y mejorar la calidad de vida de quienes los padecen. “En algunos casos, cuando el acúfeno se debe a una patología concreta del oído interno, tratar esa enfermedad puede hacer que el pitido desaparezca. Pero, en general, lo que aplicamos es una terapia de reentrenamiento para el tinnitus”. Esta terapia busca que el paciente se habitúe al sonido y aprenda a ignorarlo. Uno de los recursos más empleados es el uso de ruidos blancos, especialmente a la hora de dormir. “Escuchar un sonido de fondo, como un ventilador o un dispositivo de ruido blanco, puede enmascarar el pitido y facilitar el descanso nocturno”, apunta la especialista. 

La clave, en la mayoría de los casos, está en aprender a convivir con este síntoma y en evitar los factores que lo agravan. El manejo del estrés, mantener rutinas saludables y buscar distracciones que resten protagonismo al pitido son estrategias útiles en el día a día. “No podemos olvidar que los acúfenos, aunque no sean peligrosos, pueden ser muy molestos y afectar significativamente al bienestar emocional de quien los sufre”, advierte.