Cáncer de hígado: de “incurable e intratable”, a elegir el tratamiento más personalizado
Octubre es el mes del tumor hepático, el sexto más frecuente en España. Con un escenario cada vez más esperanzador en torno a esta patología oncológica, hablamos con el Dr. Bruno Sangro, coordinador del Área de Cáncer de Hígado y Páncreas del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra

Texto: Álvaro Sánchez León
Fotografía: Manuel Castells
1 de octubre de 2024
Hace 35 años, el Dr. Bruno Sangro terminó su formación en Medicina Interna para dedicarse en cuerpo y alma a la Hepatología. Desde entonces ha visto cómo ha avanzado la ciencia contra el cáncer de hígado en detección precoz, en diagnóstico y en arsenal terapéutico. “Cuando empecé, la esperanza en torno a los tumores hepáticos era un páramo. Ahora, mi visión del presente y del futuro es muy optimista”.
En 1990, sólo un 5% de los cánceres de hígado se podían operar. Además, no había fármacos eficaces, las limitaciones de la quimioterapia tradicional eran evidentes y lo habitual tras un diagnóstico era derivar al paciente a los cuidados paliativos. Hoy, el director de la Unidad de Hepatología de la Clínica Universidad de Navarra pinta un paisaje muy diferente, en parte, gracias al equipo multidisciplinar que ha liderado el abordaje de la patología oncohepatológica en este hospital, entre especialistas en Hepatología, Cirugía General, Oncología, Radiología, Enfermería, Medicina Nuclear, Anatomía Patológica y Radioterapia.
6.604
casos diagnosticados en España en el 2022.
2,3%
de todos los cánceres son de hígado, según la Sociedad Española de Oncología Médica.
El Dr. Sangro ve un pasado bien aprovechado, un presente en ebullición y un futuro prometedor. ¿Por qué? Entre otras cosas, porque se avanza contra las tres causas fundamentales que pueden originar un cáncer hepático: “En España, las hepatitis virales crónicas han dejado de ser el gran problema de salud que eran y aumenta la concienciación sobre el consumo de alcohol y sobre las enfermedades metabólicas, aunque en los dos últimos factores progresamos más lentos de lo que se esperaría de nuestra sociedad. El problema del alcohol está sin resolver en todo el mundo, y el síndrome metabólico gana peso en Occidente, como se observa desde hace tiempo en Estados Unidos y, más recientemente, en España”.

Los Dres. Ignacio Melero y Bruno Sangro.
Insiste en que, “en conjunto, el horizonte es esperanzador”, porque se siguen desarrollando mecanismos de detección precoz más rápidos y amables para los tumores hepáticos: “Más personas participan en programas de cribado y se afrontan más cánceres en estadios iniciales. Además, la combinación de tratamientos nos permite aventurar que, a medio plazo, una buena parte de los pacientes diagnosticados con un cáncer de hígado se puedan curar”.
El contexto de las cifras, según la Sociedad Española de Oncología Médica, es el siguiente: en 2022, la prevalencia de cáncer de hígado en el país fue de 6.604 casos (5.100 varones y 1.504 mujeres), el 2,3% de todos los cánceres y el decimotercero por orden de frecuencia en los tumores sólidos.


Equipos multidisciplinares del Área de Cáncer de Hígado y Páncreas de las sedes de Madrid y Pamplona.
El Dr. Sangro destaca que, en 1990, “curar un cáncer de hígado era impensable. Ahora es raro, pero se puede y se debe pensar perfectamente. En tumores precoces, el trasplante suele ser curativo en la mayoría de los casos. Aunque la extirpación quirúrgica siempre es lo primero si el cáncer es operable. En estos 35 años, ha aumentado también la supervivencia de los pacientes que no podemos operar. Ahora, viven más y mejor. Antes, el plazo de vida de personas con un tumor inoperable se contaba en semanas, aunque fuesen muchas. Hoy, se expresa en habitualmente en años”.
Desde el año 2000, el acelerador científico ha logrado unos cuantos hitos que tienen que ver con la mejora de las tasas de supervivencia entre estos pacientes: desde la consolidación de las técnicas intraarteriales, cada vez más selectivas, hasta el progreso de la radioembolización, pasando por el avance en la inmunoterapia a través de ensayos clínicos en constante evolución.
Ahora, la pregunta esencial ante un diagnóstico de cáncer hepático es qué tratamiento necesita cada paciente, “y eso significa que tenemos unas cuantas alternativas”.
¿Qué es importante que sepa una persona recién diagnosticada?
Que su enfermedad tiene tratamiento, y que debe aconsejarlo un equipo multidisciplinar, porque cada caso merece ser discutido entre varios expertos para dar en la diana.
¿Y qué es bueno que asuman sus familiares?
El cáncer de hígado no es una enfermedad incurable e intratable. En el camino de los pacientes, su entorno puede ser determinante, para bien o para mal. En el caso de las personas trasplantadas es evidente, porque es inviable dar el paso si no se cuenta con soporte familiar. Sucede algo similar en el resto de los tratamientos: sobrellevar bien el itinerario de esta enfermedad requiere el máximo respaldo de la familia.

DR. BRUNO SANGRO
Coordinador del Área de Cáncer de Hígado y Páncreas del CCUN
En estas tres décadas largas, se ha mejorado el diagnóstico precoz de los tumores hepáticos, se ha ampliado la posibilidad y la seguridad de los tratamientos, se ha perfeccionado la calidad del diagnóstico gracias a las pruebas de imagen y a la Inteligencia Artificial, y ha crecido la concienciación social para prevenirlos: “Evitar la patología hepática crónica es la mejor manera de sortear un cáncer. ¿Cómo? Principalmente, eludiendo el consumo nocivo de alcohol y frenando la obesidad”.
