En primera persona

Dr. Óscar Beloqui: "¿Por qué un chequeo? El objetivo es claro: recuperar, mantener y mejorar la salud"


A punto de jubilarse, el Dr. Óscar Beloqui, director de la Unidad de Chequeos, deja un valioso legado en Medicina Preventiva. En el año 2000, fundó la pionera Unidad de Chequeos de la Clínica, que ha realizado más de 90.000 exámenes de salud. Reconocido en tres ocasiones por Forbes entre los 100 mejores médicos de España, también ha figurado en las listas de El Español y en el ranking MRS de especialistas. Su influencia ha sido clave en la salud de miles de personas

El Dr. Óscar Beloqui en la puerta de entrada de la Unidad de Chequeos de la Clínica Universidad de Navarra.
El Dr. Beloqui, especialista en Medicina Interna, fue el precursor de la Unidad de Chequeos de la Clínica.

Texto: Laura Lasa

Fotografía: Manuel Castells

13 de febrero de 2025

Lleva más de 45 años viendo pacientes. Durante ese tiempo, ha sido reconocido como uno de los mejores internistas en España y ha creado la primera Unidad de Chequeos de este país. ¿Cómo comenzó todo?

Mi relación con la salud empezó muy temprano, casi sin darme cuenta. Nací con una malformación congénita del tubo digestivo y pasé más tiempo entre especialistas que jugando con otros niños. Pero en lugar de verlo como algo negativo, despertó en mí una profunda admiración por la medicina y, especialmente, por mi pediatra, que fue como un segundo padre. Desde pequeño ya decía: “de mayor quiero ser médico”. 

¿Y por qué eligió Medicina Interna? 

Me atraía mucho la idea de ver al paciente como un todo, no solo enfocarme en una parte. Tras la residencia, estuve tres años en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, donde estudié los mecanismos básicos del estrés oxidativo, que luego aplicaríamos a situaciones como la hepatitis C o el riesgo cardiovascular. Esa experiencia transformó mi visión de la medicina y fortaleció mi faceta investigadora. A mi regreso, me reincorporé al Departamento de Medicina Interna de la Clínica, donde empezamos a hacer revisiones médicas generales, aunque más simples que las actuales. 

En aquella época, ¿cómo evolucionó el día a día en el departamento? 

Durante los años 90, la Medicina Interna experimentó una gran transformación. Muchas subespecialidades como Neumología, Reumatología o Medicina Vascular comenzaron a separarse de nuestro trabajo diario. Era un paso lógico, la especialización permitía abordar áreas específicas con más profundidad. Sin embargo, esto trajo un riesgo. Al enfocarnos tanto en lo particular, podíamos perder la perspectiva de la salud como un todo. La visión integral del paciente, especialmente en prevención y diagnóstico, seguía siendo imprescindible. Ahí fue cuando entendimos la importancia de mantener un enfoque global, una medicina que conectara todas las piezas. Y de esa idea nació la Unidad de Chequeos.

En 2001 inauguran la primera Unidad de Chequeos en España y crean el concepto del “chequeo abierto”. ¿Cómo funciona este modelo cien por cien adaptado a cada paciente?

Desde el principio, nuestra prioridad fue colocar al paciente en el centro. Lo primero es que sea evaluado por un médico, que decide qué pruebas necesita según sus síntomas, antecedentes y preocupaciones. La clave está en la personalización. Por ejemplo, no tendría sentido hacer un chequeo estándar a alguien que consulta por migrañas sin considerar ese síntoma. Dos personas de la misma edad pueden necesitar pruebas diferentes y, lo que un paciente necesita hoy, puede cambiar en próximas revisiones. 

¿Cuál es la finalidad del chequeo y qué beneficios aporta?

El objetivo del chequeo es claro: recuperar, mantener y mejorar la salud. Nos permite identificar riesgos ocultos y prevenir problemas antes de que aparezcan. Muchas enfermedades, como la arteriosclerosis o patologías cardiovasculares, avanzan en silencio durante años y, cuando presentan síntomas, suelen ser irreversibles. Al detectar estas condiciones a tiempo, no solo protegemos la salud del paciente, sino que también le ofrecemos la oportunidad de tomar medidas para vivir más años con mejor calidad de vida.

El Dr. Óscar Beloqui pasando consulta en Medicina Interna en la Clínica Universidad de Navarra en 1999.

El Dr. Beloqui pasando consulta en Medicina Interna en el año 1999.

¿En qué han cambiado los chequeos con el tiempo?

Los chequeos médicos han evolucionado significativamente gracias a los avances en medicina y tecnología diagnóstica. En nuestra clínica, fuimos pioneros en España al incorporar el TAC de cuerpo entero, algo revolucionario en su momento. Hoy, los resultados de los laboratorios son casi inmediatos, y contamos con herramientas como ecografías, escáneres y, cuando es necesario, PET, que son más rápidas, precisas y menos invasivas. 

Hace cuatro años comenzaron con los chequeos genómicos y ya han realizado casi mil. ¿En qué consisten?

En España, somos pioneros en ofrecer chequeos que incluyen la secuenciación de ADN como parte de una revisión médica global. Primero, le pedimos al paciente un cuestionario sobre su historial personal y familiar. Después, se analiza su ADN, examinando alrededor de mil genes relacionados con la salud. Esto nos permite identificar riesgos genéticos y prever problemas futuros. Saber qué genes están asociados con ciertas enfermedades nos da la posibilidad de personalizar aún más las recomendaciones, ayudando a los pacientes a tomar decisiones que pueden cambiar su vida. 

Entonces, ¿la clave está en nuestros genes?

Exactamente. Estamos hablando de medicina predictiva, que va más allá de la prevención. No se trata de cambiar lo que ya tienes, sino de identificar riesgos antes de que se materialicen. Por ejemplo, si tienes un gen relacionado con el melanoma, puedes tomar medidas para protegerte del sol. Los genes no cambian, pero conocerlos nos da el poder de adaptar hábitos, vigilar de cerca ciertos aspectos y, en definitiva, prevenir. Gracias a los avances científicos, ahora podemos identificar más genes vinculados a diversas enfermedades, lo que nos ofrece nuevas formas de cuidar nuestra salud.

Con la posibilidad de obtener tanta información, ¿cómo se sabe cuándo es suficiente?

La biología y la medicina son muy complejas y, aunque podríamos realizar miles de pruebas, el verdadero reto es encontrar el equilibrio y centrarse en lo que realmente es útil. Aquí entra en juego el criterio médico. Por eso, siempre insisto en escuchar al paciente, comprender sus preocupaciones y partir de ahí. Con esa base, se seleccionan las pruebas necesarias, evitando un exceso de información que pueda ser confuso o innecesario. Los datos son fundamentales, pero gestionarlos con sentido común y pensando en el bienestar del paciente es lo que realmente marca la diferencia.

Ahora que está a punto de jubilarse, ¿qué le gustaría que perdurara de su trabajo en la Unidad de Chequeos?

Me llena de orgullo lo que hemos construido. La unidad no solo ha crecido, sino que ha mantenido intactos su calidad y compromiso en cada sede, ya sea en Pamplona o Madrid. Más allá de los logros técnicos, lo que más valoro es que el equipo sigue unido, compartiendo los mismos valores que nos han guiado desde el inicio, y que nuestros pacientes confían en nosotros y vuelven. Me gustaría que esa visión integral de la medicina, centrada en la prevención y la predicción, continúe. Si conseguimos adelantarnos a los problemas de salud, no solo transformamos la vida de las personas, sino que contribuimos a una gestión más eficiente de los recursos sanitarios. Al final, lo importante es ayudar a que las personas vivan más años, pero, sobre todo, que vivan mejor. Ese es el verdadero éxito.