‘Burnout’ físico: el peligro de quemarse con el deporte
Los especialistas advierten de los riesgos para la salud del sobreentrenamiento y de la alta competitividad, especialmente, en los jóvenes deportistas

Texto: María Domínguez
Fotografía: Manuel Castells
28 de mayo de 2025
El trinomio alimentación, ejercicio físico y sueño es la base de unos hábitos saludables. Como bien advierten los especialistas, de poco sirve seguir una dieta estricta si no se acompaña de actividad física, o pautar entrenamientos de fuerza sin considerar el descanso y la recuperación. Sin embargo, así como el sedentarismo tiene consecuencias negativas para la salud, el exceso de ejercicio físico también conlleva sus perjuicios.
Una tendencia cada vez más común está desvirtuando el objetivo principal de mejorar y mantener la salud, transformándolo en una competición —en la mayoría de los casos, con uno mismo—, no exenta de riesgos. “El sobreentrenamiento ocurre cuando los deportistas se someten a una carga de entrenamiento excesiva sin permitir un tiempo adecuado de recuperación. Este desequilibrio puede acarrear una serie de consecuencias negativas tanto a nivel físico como mental, especialmente en deportistas amateur jóvenes, quienes, en su afán por mejorar su rendimiento, pueden no ser conscientes de los límites de su cuerpo”, señala el Dr. Juan Bertó, responsable del Área de Medicina Deportiva de la Clínica Universidad de Navarra.

DR. JUAN BERTÓ
Responsable de Área de Medicina Deportiva
Fatiga persistente, dolores musculares y articulares, una disminución del rendimiento y una mayor susceptibilidad a las lesiones son algunas de las manifestaciones de este exceso físico. No son las únicas, ya que el sobreentrenamiento también puede afectar al sistema inmunológico, favoreciendo una mayor propensión a enfermedades, y alterar el equilibrio hormonal. “La producción de hormonas clave, como el cortisol y la testosterona, se puede ver alterada, lo que provoca efectos adversos en el metabolismo y la recuperación muscular”.
El ‘burnout’ físico: una de las consecuencias más graves
Este abuso del ejercicio físico puede desencadenar un estado de agotamiento extremo que, además de interferir en el rendimiento, afecta a la motivación y el bienestar general. “El burnout físico incluye una sensación constante de cansancio, falta de energía, desinterés por el entrenamiento y las competiciones, y una disminución en la capacidad de concentración. En casos severos, puede llevar a la depresión y a la retirada prematura del deporte”, advierte el Dr. Bertó.
Como reconoce el especialista, los adolescentes y jóvenes, especialmente aquellos que compiten a nivel amateur, son particularmente vulnerables a sufrirlo debido a la presión por destacar y alcanzar metas ambiciosas. Además, una adecuada orientación, con el apoyo correcto de entrenadores y padres en la estructuración de los entrenamientos, y el equilibrio en la gestión de la carga y la recuperación juegan un papel fundamental.
¿Cómo prevenirlo y conseguir una relación sana con el deporte? El equilibrio y la planificación son claves. “Los entrenamientos deben incluir períodos de descanso adecuados, variación en la intensidad y el tipo de ejercicios, y la incorporación de técnicas de recuperación como el estiramiento, la hidratación y una alimentación adecuada”.

Los peligros del deportista de fin de semana
Maratones, campeonatos de pádel, retos benéficos… Cada vez son más frecuentes las actividades lúdico-deportivas en las agendas de las ciudades. No obstante, no todo el mundo está preparado para ello. Este mismo año, durante la pasada media maratón de Madrid, falleció un joven de 38 años y otro de 21 sufrió una parada cardiorrespiratoria.
“Estamos observando un aumento de lo que podríamos llamar el ‘deportista de fin de semana’, que de lunes a viernes o durante largos períodos no tiene tiempo para entrenar, pero que el sábado se apunta a una carrera, a un campeonato o se va todo el invierno a esquiar. Este tipo de exigencia es algo para lo que no está preparado, lo que lo hace proclive a lesiones musculares, tendinopatías y, en menor medida, a consecuencias más graves”, reconoce el Dr. Andrés Valentí, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica.
Estos retos, que antes eran más propios de los profesionales, cada vez se están volviendo más populares. Como advierte el Dr. Eduardo Hevia, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología, “se está desvirtuando el objetivo de hacer deporte y ejercicio físico para cuidar la salud y disfrutar, transformándolo en una aspiración profesional y competitiva, lo cual, sin un buen asesoramiento, puede ser peligroso”.
La edad, la condición física o incluso la propia fisiología de la persona son algunos de los factores a tener en cuenta a la hora de afrontar estos desafíos. “Dependiendo de la actividad que se quiera practicar y las condiciones de la persona, es necesario analizar y determinar qué aspectos deben trabajarse y cómo enfocar los entrenamientos para alcanzar los objetivos de manera segura y efectiva”, concluye el Dr. Valentí.
