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En la Clínica, los tutores de residentes también se forman


El hospital cuenta con un total de 50 tutores especialistas de distintas áreas que acompañan a los residentes en su trayectoria sirviéndoles de apoyo y de guía. La mitad de ellos ya se ha formado con el Curso de Coaching para tutores

Eva Amezcua, consultora del Talent Services de Grupo Castilla, impartiendo el curso para tutores en la Clínica Universidad de Navarra.
Eva Amezcua Martínez, consultora en Grupo Castilla, ha sido la encargada de impartir el curso de coaching para tutores en la Clínica Universidad de Navarra.

Texto: María Marcos Graziati

Fotografía: Manuel Castells

19 de junio de 2025

Un buen tutor busca ejercer sus responsabilidades con seguridad y establecer un sistema de comunicación eficaz con el residente con el fin de motivarle en la adquisición de conocimientos y experiencia. En definitiva, debe contar con una serie de características bastante cercanas al ámbito del liderazgo que, como tales, deben trabajarse y desarrollarse para poder ser aplicadas de la mejor manera. 

Conscientes de ello, desde la Clínica seguimos los pasos de otros centros de salud nacionales e internacionales como Mayo Clinic, en EE.UU., o el Hospital Clínic de Barcelona, que también cuentan con programas formativos para sus profesionales tutores de residentes. Así, la Comisión de Docencia identificó las necesidades de los tutores de la Clínica y organizó el Curso de Coaching junto a Eva Amezcua Martínez, consultora del Talent Services de Grupo Castilla. 

Lejos de consistir en unas charlas generales y superficiales, el programa formativo del curso está enfocado en cada tutor, pues el principal objetivo de esta formación es dotarles de herramientas para poder ejercer de forma efectiva su función de mentorización y motivar al residente hacia su aprendizaje y desarrollo. Para ello, el curso se divide en dos sesiones de dos horas cada una.

Un programa formativo personalizado

En la primera sesión se realiza un autodiagnóstico, que permite a cada tutor identificar fortalezas y áreas de mejora tanto propias como de sus residentes con la finalidad de establecer un vínculo relacional y una comunicación más efectiva entre ambos. 

Este primer paso de conocer su manera de ser es importante para saber qué motiva al propio tutor. Pues si ellos no están motivados, ¿cómo van a motivar a los residentes? Trabajar esa parte humana y personal es necesario para poder adquirir después las habilidades más pertinentes, pero tan importante es conocerse a uno mismo como entender a los residentes. No todos reaccionan igual a las mismas estrategias. Hay tantos tipos de residentes como formas de ser de cada uno. 

El segundo día se realizan casos simulados en los que se aportan herramientas para ayudar a los tutores en el desempeño de esta responsabilidad; se tratan temas acerca de cómo gestionar conflictos, cómo motivar, cómo comunicar de forma positiva, etc.

Se realizan talleres interactivos donde los tutores pueden poner en práctica habilidades clave como la escucha activa, la resolución de conflictos y la gestión de expectativas. Además, trabajan en estrategias para afrontar los retos emocionales y físicos del día a día en un entorno hospitalario exigente, mejorando su bienestar personal y su desempeño profesional. 

El éxito de este programa se muestra evidente en las palabras de tutores como la Dra. Ana Catalán, pediatra de la Clínica: “El coaching mejora la relación entre tutores y residentes al fomentar una comunicación efectiva basada en la confianza, lo que lleva a una motivación y una autonomía enmarcadas en un ambiente de aprendizaje positivo. Esto no solo beneficia la formación del residente, sino que también hace que el rol del tutor sea más satisfactorio y efectivo”.

Silueta de la Dra. Ana Catalán, pediatra de la Clínica Universidad de Navarra
"El coaching no solo ayuda al residente. También hace que el rol del tutor sea más satisfactorio y efectivo"

DRA. ANA CATALÁN
Especialista en Pediatría

La Dra. Catalán asistió el año pasado a la que fue la primera edición de este curso: “Lo recomendaría a cualquier tutor de residentes, porque transforma completamente la manera en que les acompañamos y guiamos”.

Este curso académico, la Dra. Marta García Goñi, endocrinóloga de la Clínica, ha seguido su consejo y ha sido uno de los tutores que han participado en esta segunda edición del programa, movida, sobre todo, por el afán de formarse para “poder ayudarles mejor”. 

Como cuenta la especialista, uno de los aprendizajes más frecuentes tras este Curso de Coaching es la sensibilidad del tutor a la hora de proponer cosas al residente. A veces, lo que sale de manera más natural en primera instancia es un acercamiento directo; sin embargo, muchos tutores están cambiando su forma de relacionarse con los residentes, adaptándose más a las nuevas generaciones y a su manera de percibir la experiencia de la residencia. 

La Dra. García comenta que “imponer no ayuda. Cuando sienten que han tomado parte en la decisión, se implican más. Yo les reenvío cursos interesantes, pero si no lo hemos hablado antes, suelen ignorarlos. En cambio, si lo hemos comentado previamente, puede que incluso me pregunten si me parece bien que lo hagan. Cambiar ese enfoque marca la diferencia”. 

Ambas especialistas, recomiendan a otros profesionales tutores de residentes que todavía no han hecho el curso que se apunten sin dudarlo. En palabras de la endocrinóloga: “Te da ideas para afrontar la relación con los residentes. Es un reto, porque cada residente es distinto, pero te da herramientas para sacar lo mejor de cada uno”.

Silueta de la Dra. Marta García Goñi, especialista del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra
"Mi labor es proponer, mostrar opciones que puedan ayudarles, pero al final son ellos los que deben tomar la decisión"

DRA. MARTA GARCÍA 
Especialista en Endocrinología

Realizar el Curso de Coaching en compañía de otros colegas, también tutores, puede ayudar al profesional a aprender cómo se organizan otros o compartir materiales prácticos. “A mí me dieron ideas que no se me habrían ocurrido”, comenta la Dra. García Goñi. “Por ejemplo, organizar el calendario de rotaciones en un Excel compartido con la secretaria. ¡Una maravilla!”. 

Como parte de su compromiso con la formación de alto nivel, la Clínica busca que los residentes no solo adquirieran conocimientos médicos de excelencia, sino que también desarrollen herramientas prácticas para manejar situaciones complejas y ofrezcan un cuidado más humano y empático. Y para ello, es fundamental que las personas que les acompañan durante esta etapa, los tutores, tengan a su vez la formación y las técnicas necesarias para sacar lo mejor de ellos. 

Este es un reto estratégico de la Clínica: complementar la formación de los tutores de residentes con competencias transversales que los capaciten para enfrentar los desafíos del día a día con pacientes y equipos multidisciplinares. Esto incluye habilidades como la comunicación efectiva, la gestión emocional, el trabajo en equipo y la adaptación a un entorno médico en constante evolución