Dr. Javier Escalada: “En la próxima década, los agonistas del receptor GLP-1 podrían aplicarse al tratamiento de más de cinco enfermedades”
En una sesión organizada por la Real Academia Nacional de Medicina, el director del Departamento de Endocrinología y Nutrición ha destacado los beneficios de estos fármacos indicados para tratar diagnósticos de diabetes tipo 2 y obesidad
27 de noviembre de 2025
“En un plazo de 10 años será posible tratar más de cinco enfermedades con los fármacos agonistas del receptor GLP-1”, ha asegurado el Dr. Javier Escalada, director del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra y presidente de la Fundación de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, en una conferencia, organizada por la Real Academia Nacional de Medicina y la Fundación Gregorio Marañón.
Según el Dr. Escalada, el uso de fármacos arGLP-1–que imitan la acción del GLP-1– está respaldado por sólidos resultados en tratamientos para la diabetes, obesidad, enfermedad cardiovascular, insuficiencia cardíaca y enfermedad renal crónica. “Hay datos que nos invitan a pensar que tendrán un papel importante también en el tratamiento de la enfermedad hepática metabólica –hígado graso–, frente al ovario poliquístico y los problemas de infertilidad ligados a obesidad, y ante alguna patología neurodegenerativa y en adicciones”, ha explicado.
Tal y como ha indicado anteriormente el Dr. Escalada en una entrevista, “muchos de los nuevos fármacos para la obesidad, los agonistas de la hormona GLP-1 y otros, han surgido después de las investigaciones que han demostrado la conexión intestino-cerebro”. El especialista ha destacado que los ensayos clínicos evalúan actualmente la respuesta de los análogos de estos receptores en diferentes tipos de cáncer, muchos de ellos relacionados con la obesidad –el hiperinsulinismo y la resistencia a la insulina– o con la inflamación, como el cáncer de hígado, mama, endometrio o próstata. En su ponencia, el Dr. Escalada ha revelado que “el abordaje de las alteraciones metabólicas puede convertirse en una nueva estrategia oncológica preventiva”.
Así, los arGLP-1 responden ante patologías que no comparten características necesariamente entre ellas. El GLP-1 es una hormona peptídica que se produce en el intestino tras la ingesta de alimentos y se encarga de controlar el azúcar y el apetito, y los medicamentos que imitan la acción de esta hormona se usan hoy en día para tratar a pacientes de diabetes tipo 2 con un índice de masa corporal superior a 30 y cuando no consiguen controlar la glucemia de otra manera. Los arGLP-1 solo se financian en ese subtipo de pacientes. Están indicados, además, para el tratamiento de la obesidad y el sobrepeso acompañado de comorbilidades metabólicas.
El alcance de los fármacos arGLP-1 en el cuerpo y en cifras
A juicio del Dr. Escalada, el control glucémico y la pérdida de peso que producen estos agonistas son avances importantes, pero no explican todos sus beneficios: “hay mecanismos probablemente directos como resultado de la interacción de estas moléculas con sus receptores correspondientes, presentes en el endotelio, zonas cerebrales, etc., y también indirectos, entre los que destaca la modulación de la inflamación”.
De un total de 3,5 millones de personas diagnosticadas con diabetes tipo 2 en España, alrededor del 10% están en tratamiento con un arGLP-1. Según estima el especialista, “entre 350.000 y 450.000 personas con sobrepeso/obesidad también los reciben en España. Considero que alrededor de 700.000 u 800.000 personas siguen tratamiento con estos fármacos en nuestro país”.
Sin embargo, muchas personas con estos diagnósticos aún no pueden beneficiarse de estos fármacos o abandonan el tratamiento antes de cumplir un año. “El motivo económico es claramente el más frecuente cuando la indicación ha sido la obesidad, porque además no están financiados para ello”, ha afirmado. De ahí su apuesta y la de otros profesionales sanitarios a favor de la necesidad de financiar estos fármacos para ciertos pacientes. El Dr. Javier Escalada ha matizado que “habría que decidir cómo priorizar, si en función del riesgo cardiovascular o de otras comorbilidades”. La diabetes, que sí tiene financiación para tratamientos con estos fármacos según determinadas circunstancias, contempla otras causas para la privación o abandono del tratamiento por parte del paciente. Entre ellas, “expectativas irreales, efectos secundarios gastrointestinales o insuficiente seguimiento por el equipo terapéutico”, según enumeró Escalada.
Para concluir, el director del Departamento de Endocrinología subrayó la importancia de una educación terapéutica adecuada para evitar o manejar los efectos secundarios gastrointestinales, sugirió un seguimiento más estrecho e individualizar la subida progresiva de dosis, explicar bien lo que estos fármacos pueden dar de sí y, en algunas ocasiones, buscar otras vías alternativas de administración, como las formas orales, que ya empiezan a aparecer en el escenario.