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Cáncer de mama: un proceso en equipo alrededor de cada paciente


Cada especialidad médica del Área de Cáncer de Mama del Cancer Center juega un papel crucial en el proceso para la atención de las pacientes. La detección precoz, precisión en el diagnóstico y un tratamiento integral y personalizado son claves para superar la enfermedad

Imagen de la Dra. Gimeno atendiendo a una paciente en el acelerador de radioterapia de la Clínica Universidad de Navarra
El equipo de Oncología Radioterápica atiende a una paciente con cáncer de mama.

Texto: Ana Terreros

Fotografía: Manuel Castells y José Juan Rico

1 de diciembre de 2023

En España, cerca de cien mujeres comienzan cada día su propia batalla contra el cáncer de mama, según la Sociedad Española de Oncología Médica. Este desafío, de pronto, se convierte en un cambio de vida que requiere tratamientos, visitas al hospital y la necesidad de un soporte afectivo que facilite el proceso. En la Clínica Universidad de Navarra, un equipo interdisciplinar se une para tratar y acompañar a las pacientes. Cada especialidad –Radiología, Cirugía Oncológica, Anatomía Patológica, Oncología Médica y Radioterápica, Cirugía Plástica y Reparadora, Psicooncología, Enfermería y otros grupos de soporte–, desempeña un papel crucial en el camino hacia la recuperación.

Gracias a la detección temprana, el diagnóstico preciso y un cuidado personalizado e integral, desde el Área de Cáncer de Mama del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra (CCUN) se traza el mejor sendero hacia un futuro con salud para cada mujer. Quienes se enfrentan a un cáncer de mama, entre las paredes de la Clínica encuentran medicina especializada, seguridad y un equipo comprometido que camina a su lado desde el comienzo. 

1. La consulta

Todo empieza en la consulta. Es el momento en el que la sombra de la sospecha se materializa en las pruebas médicas, como explica la Dra. Isabel Rubio, cirujana y directora del Área de Patología Mamaria. “Al detectarse la enfermedad en etapas precoces, el pronóstico mejora, ya que los tumores son más pequeños, necesitan menos tratamiento y la tasa de supervivencia es más alta. Las mujeres tienen que ser conscientes de que el screening de cáncer de mama salva vidas”.

2. Mamografía

En esta etapa inicial, la Radiología es una aliada fundamental. El Dr. Luis Pina destaca que “la mamografía es la única técnica de imagen aceptada para el cribado poblacional. En los últimos años ha experimentado avances en su eficacia, como la tomosíntesis –técnica que ofrece la imagen de la mama en diferentes planos– o la mamografía con contraste intravenoso. La mamografía generalmente va acompañada de una ecografía y de tomosíntesis. Si en alguna de estas técnicas el equipo detecta una lesión sospechosa, se realiza una resonancia magnética y una biopsia”.

3. Anatomía Patológica

Tras los indicios, el camino se dirige a Anatomía Patológica, donde se estudian las muestras de tejido para diagnosticar y determinar la extensión del cáncer. La Dra. Teresa Iscar, especialista en Anatomía Patológica, explica que este es un “proceso exhaustivo que implica analizar las muestras al microscopio y determinar el grado de agresividad del tumor”.

Aquí se inicia la cartografía precisa de la enfermedad, fundamental para planificar el proceso terapéutico. La doctora destaca que “el diagnóstico y la estadificación del cáncer de mama –el proceso que identifica la situación de propagación o extensión en la que se encuentra el cáncer–, son procesos colaborativos, en los que el patólogo trabaja estrechamente con el resto del equipo para determinar el mejor enfoque de tratamiento”. El paso por Anatomía Patológica es fundamental en el diagnóstico de precisión y en la personalización, ya que aporta información pronóstica y predictiva de la enfermedad.

4. Sesión multidisciplinar del Área de Cáncer de Mama

Con toda la información recopilada acerca del diagnóstico y del estadio, se presenta el caso en la Sesión Multidisciplinar del Área de Cáncer de Mama, en la que se evalúan los tratamientos que benefician a cada paciente. Para ello, cada especialista presenta sus conclusiones para lograr un tratamiento óptimo, teniendo en cuenta no solo las características del tumor, sino también las preferencias de la paciente.

“La medicina personalizada en la Clínica es clave. No se trata solo de ofrecer el tratamiento óptimo para la paciente, sino de escucharla, entender sus preferencias y decidir, conjuntamente, el siguiente paso”, indica la Dra. Rubio.  

La decisión acerca del tratamiento es compleja. Probablemente, el cáncer de mama sea el que más evidencia científica ha creado y donde la individualización de los tratamientos está en la primera línea de salida. Además, es el tipo de cáncer que más atención atrae, debido principalmente a que es el más frecuente en la mujer y a que los tratamientos, tanto locales como sistémicos, tienen un gran impacto en la calidad de vida de las mujeres (ámbito social, sexual, psicológico, estético, etc.). Por ello, las decisiones siempre requieren más de una visita.

5. Cirugía

En la última década, la innovación en los tratamientos quirúrgicos del cáncer de mama ha hecho que se reduzcan mucho los efectos secundarios. Se han aumentado las cirugías conservadoras, se han reducido las linfadenectomías axilares y, cuando se necesita una mastectomía, se valora si se puede preservar la piel y el complejo areola-pezón y hacer una reconstrucción inmediata. 

El Dr. Antonio Esgueva, cirujano especialista en Patología Mamaria, comenta que “en la Clínica, para evitar comorbilidad e incomodidades a la paciente, se utiliza la ecografía intraoperatoria. De esta manera manejamos el ecógrafo que tenemos en consulta para conseguir localizar y resecar el tumor, evitando cualquier tipo de procedimiento adicional a la paciente”, explica el Dr. Esgueva. “Se ha demostrado que de esta manera reducimos el tamaño de la pieza, hay menor posibilidad de una segunda cirugía e impactamos positivamente en la calidad de vida de la paciente”.

En el tratamiento quirúrgico hay dos puntos fundamentales: primero, que se haga con la máxima seguridad oncológica; y, en segundo lugar, que el resultado estético sea óptimo. “Hoy en día, no se puede obviar ninguno de los dos”.

6. Cirugía Plástica

En esta fase, cada detalle cuenta. Por ello, en los últimos años las intervenciones quirúrgicas han tendido a minimizar los procesos, como la reconstrucción mamaria inmediata. El Dr. Álvaro Cabello, especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, explica que “esta técnica se realiza el mismo día de la mastectomía para que la paciente pueda contar con un volumen mamario desde el primer momento y durante toda la fase de tratamientos oncológicos adyuvantes. En algunos casos es necesaria alguna cirugía adicional al finalizar el tratamiento de radioterapia”.

Esta agilización del proceso busca “tener un impacto positivo en la autoestima de las pacientes y una mejora en su calidad de vida. Es una técnica que no solo restaura la imagen corporal, sino que también contribuye a disminuir o evitar posibles trastornos emocionales, debidos a la sensación de mutilación y agresión de la enfermedad”.

7. Oncología Médica

Para adaptar el tratamiento a cada paciente, gracias a la investigación genómica, las terapias dirigidas y la inmunoterapia, la Clínica desarrolla lo que llama el “enfoque terapéutico personalizado”. La Dra. Luisa Sánchez, oncóloga médica, explica que “gracias a este enfoque, las estrategias terapéuticas se ajustan en función de las características concretas de cada mujer: tipo de cáncer de mama, estadio, biomarcadores específicos y sus preferencias concretas. Este tipo de enfoque no sólo mejora los resultados, sino que también reduce los tratamientos y los posibles efectos secundarios innecesarios”.

Buscar la mejor estrategia para cada paciente pasa por apostar por la investigación y los ensayos clínicos, ya que esto permite evaluar nuevas terapias prometedoras y también participar en la búsqueda de avances significativos en las opciones terapéuticas. “Esta combinación de recursos y esfuerzos de investigación nos coloca en una posición única para ofrecer a nuestros pacientes opciones de tratamiento de vanguardia, impulsadas por la innovación y respaldadas por la rigurosidad científica”, resalta la Dra. Sánchez.

8. Oncología Radioterápica

Tras la cirugía, el uso de la irradiación adyuvante tiene un beneficio en control locoregional. La Dra. Marta Gimeno, oncóloga radioterápica, explica que “actualmente, los avances en radioterapia van acompañados de esquemas más cortos de tratamiento, pasando de 15 días de irradiación a 5 días de tratamiento gracias al hipofraccionamiento extremo, que logra acortar los días de tratamiento, con igual eficacia oncológica y sin mayores efectos secundarios.

Cada tratamiento viene precedido de la realización de un TAC de simulación para la delineación del volumen a irradiar y la planificación del mismo. Además, la adición de técnicas de control respiratorio a la radioterapia externa nos permite minimizar la dosis cardiaca y, con ello, la toxicidad a largo plazo”.

En el proceso oncológico del cáncer de mama, esta especialidad es clave para minimizar la recurrencia. “En la Clínica disponemos de las tres técnicas referentes en el tratamiento de tumores de mama: radioterapia externa de intensidad modulada con control respiratorio guiado por superficie (Deep Inspiration Breath Hold), braquiterapia intersticial multicatéter y protonterapia”.

9. Psicooncología

Durante todo este proceso, la Psicooncología aborda la parte emocional de esta travesía. La Dra. María Die Trill, psicooncóloga de la Clínica, destaca que el cáncer de mama “es una enfermedad que afecta física y emocionalmente, y debemos estar ahí para cada paciente en cada etapa de la enfermedad”. El apoyo psicológico se extiende a sus familiares y al entorno cercano, e incluso al equipo médico que la trata, “para que puedan entender a la paciente y el proceso emocional por el que está pasando, y comprendan su vida y en qué contexto está atravesando la enfermedad”. 

10. Siempre, Enfermería

Otro punto de apoyo importante para las pacientes es el equipo de Enfermería, que le acompaña desde el primer momento del diagnóstico. “El papel de la enfermera es informar, cuidar y acompañar durante todo el proceso de la enfermedad, integradas en un equipo de profesionales que trabaja en colaboración para mejorar la calidad de vida de las mujeres”, explica Mª José Zubillaga, enfermera del Área de Cáncer de Mama del CCUN.

“Recibir el diagnóstico de cáncer supone un antes y un después en la vida de estas mujeres, ya que afecta a todas las esferas personales, y requiere un cuidado holístico de la persona y su entorno. Nuestro objetivo como enfermeras es ofrecer una atención individual, resolviendo dudas, miedos y escuchando las necesidades a lo largo del proceso oncológico”. 

Imagen de una paciente que cuenta su experiencia en la atención de su cáncer de mama. Clínica Universidad de Navarra
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Paciente de cáncer de mama