Cuando los ensayos clínicos se convierten en más vida
La Unidad Central de Ensayos Clínicos de la Clínica Universidad de Navarra ha cumplido su primera década con una trayectoria marcada por los avances científicos y la esperanza de miles de pacientes. Nemesio Lizarraga y Ángel Luis Sarvisé son dos de ellos y nos cuentan su experiencia

Texto: Enrique Cabrera
Fotografía: Enrique Cabrera
28 de mayo de 2025
Nemesio Lizarraga, natural de Unanua y residente en Lacunza, ha sido un paciente ejemplar en la lucha contra el mieloma múltiple, participando en un ensayo clínico de este hospital durante casi diez años. Su historia es un testimonio de esperanza, perseverancia y el poder de la investigación médica.
Carpintero de profesión, recibió su diagnóstico a los 58 años. “Me salió el mieloma múltiple y, claro, ya no trabajé más”, recuerda. Desde entonces, su vida dio un giro radical, pasando de ser un afanoso profesional a enfrentar una dura batalla contra el cáncer.
En noviembre de 2012, Nemesio se sometió a un trasplante autólogo de médula ósea en el Hospital Virgen del Camino de Pamplona. “Me sacaron la sangre, la llevaron a la centrifugadora y me hicieron el trasplante”, explica. Este fue solo el comienzo de un largo camino de tratamientos y pruebas.
A lo largo de los años, ha sido testigo de los avances para curar esta enfermedad. “Empecé con tratamientos que duraban ocho horas y, ahora, gracias a la evolución de la ciencia, solo necesito una inyección de cinco minutos”, comenta con gratitud.
NEMESIO LIZARRAGA
Paciente de Ensayos Clínicos
Ensayos clínicos, una puerta a la esperanza
La participación de Nemesio en ensayos clínicos ha sido crucial para su mejoría. Bajo la supervisión del Dr. Jesús San Miguel, consultor senior del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra, y su equipo, ha recibido tratamientos experimentales que han mejorado significativamente su calidad de vida. “Estoy muy bien, prácticamente normal. Podría haber trabajado, pero me dijeron que no, que me dedicara a pasear y a disfrutar de la vida”, reflexiona.
El ensayo clínico en el que participa ha sido financiado por la industria farmacéutica debido a su naturaleza experimental. Este ensayo ha permitido probar nuevas medicaciones y tratamientos que no estaban disponibles en el sistema sanitario. “Aquí recibí la tercera medicación desde que me diagnosticaron la enfermedad. Esa es la que ha trabajado mucho más”, explica Nemesio.
El contrato inicial del ensayo era de tres años, con la posibilidad de extenderse a cinco años según la evolución del tratamiento. “Cuando pasaron los cinco años, la Dra. Paula Rodríguez dijo que ojalá nos viéramos de aquí a 20 años”, recuerda Nemesio con una sonrisa. Ahora, después de casi diez, sigue participando en el ensayo con resultados positivos.

Raquel Morales, auxiliar de la Clínica Universidad de Navarra, tomándole las constantes a Nemesio.
Esperanza, optimismo y agradecimiento
Hoy en día, Nemesio lleva una vida muy activa: “A la mañana salgo, paseo al perro y me encuentro con amigos”. Su rutina incluye visitas regulares al taller de carpintería, donde comparte su pasión con su hijo mayor, también carpintero.
Nemesio no duda en recomendar la participación en ensayos clínicos a otros pacientes: “Les diría que sigan adelante, que hagan el esfuerzo”. Su historia es un ejemplo inspirador de cómo la investigación médica y la determinación personal pueden cambiar vidas.
Nemesio expresa su profundo agradecimiento al equipo de la Clínica: “Estoy encantado con todo lo que han hecho. Se han portado de maravilla y estoy muy agradecido”.
Su historia es un caso de muchos otros sobre la importancia de la investigación médica y el impacto positivo que puede tener en la vida de los pacientes. Su viaje de casi una década en la lucha contra el mieloma múltiple es un motivo de esperanza.

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