Medicina personalizada

La Unidad de Protonterapia consolida su trayectoria


Más de 350 pacientes han recibido tratamiento con protones o están en proceso gracias a la labor de un equipo de 50 especialistas que trabajan de forma multidisciplinar desde la apertura de la Unidad

Imagen de técnico de la Unidad de Protonterapia planificando un tratamiento. Clínica Universidad de Navarra
asdf

Texto: María Marcos Graziati

Fotografía: Manuel Castells y José Juan Rico

1 de junio de 2022

La Unidad de Protonterapia de la Clínica Universidad de Navarra, ubicada en su sede de Madrid, consolida su recorrido tras dos años ofreciendo el tratamiento de radioterapia externa más avanzada que existe, con tecnología pionera en Europa. En plena pandemia, abrió sus puertas respaldada por un equipo de profesionales formados en hospitales punteros a nivel internacional en este tipo de terapia. A día de hoy, la labor directa de 50 especialistas de diferentes ámbitos ha hecho posible que más de 350 pacientes hayan recibido tratamiento con protones o estén en proceso.

La Unidad de Protonterapia se encuentra integrada dentro de un Centro de Cáncer y un hospital con dos sedes, lo que pone a los 3.000 profesionales de la Clínica al servicio de las necesidades particulares de cada paciente y de sus familias. El trabajo multidisciplinar que caracteriza a la Clínica favorece una atención personalizada, capaz de adaptarse a cada caso concreto, así como el tratamiento de 24 tipos de tumores con protonterapia.

“Esto se refleja en la labor transversal que se lleva a cabo a la hora de atender a los pacientes y que, en muchos casos, es invisible. Me refiero al trabajo conjunto de oncólogos médicos y radioterápicos, oncólogos pediátricos, enfermería, técnicos, radiofísicos, anestesistas, dosimetristas, especialistas en Medicina Nuclear, radiodiagnóstico, gestión asistencial e ingenieros”, indica el Dr. Felipe Calvo, director científico de la Unidad de Protonterapia de la Clínica Universidad de Navarra.

Desde que el enfermo recibe el diagnóstico –gracias al trabajo de Oncología, tanto Médica como Radioterápica, como de los departamentos de Radiología y Medicina Nuclear– hasta que comienza su tratamiento con protones, se lleva a cabo un proceso de planificación y verificación para asegurar su efectividad y seguridad. En este recorrido, además de los equipos médico y de enfermería, se pone en valor el trabajo de técnicos y radiofísicos, que realizan el TAC de planificación, la dosimetría y las verificaciones de viabilidad del plan de tratamiento en la máquina. Todo ello, seguido de cerca por los médicos, que evalúan el plan y se encargan de hacer la prescripción de la dosis y definir y delimitar tanto la zona tumoral (contorneos) como los órganos cercanos.

La Unidad de Protonterapia de la Clínica consolida su trayectoria.

“Además de los 50 profesionales de la Unidad implicados de manera directa en el tratamiento para los pacientes, otros especialistas colaboran diariamente, como es el caso de anestesistas, Medicina Nuclear, Radiología… Así como la labor de coordinación del personal de gestión, muchas veces la primera cara visible para las familias y los enfermos, e igualmente relevante para conseguir darles la mejor atención”, añade el Dr. Calvo.  

 “El hecho de ofrecer protonterapia intrahospitalaria pone a disposición del paciente toda la maquinaria humana y tecnológica de la Clínica, volcada en la atención de las necesidades del paciente y su familia, que siempre tiene en cuenta las particularidades de cada caso. Gracias a ello, dos años después de sus inicios, podemos hablar de una Unidad afianzada en el tratamiento del cáncer”, concluye el Dr. Felipe Calvo.  

Imagen de Sara Martín, técnico de protones, con una de las máscaras.

Máscaras adaptadas.
El juego de la protonterapia

Gracias al esfuerzo de todos los profesionales implicados, para los niños la terapia con protones se ha convertido en un juego. Aunque los primeros días acuden con ciertas reticencias, las caras de auxiliares, enfermeras, técnicos, médicos y anestesistas pronto se convierten en rostros familiares. Ellos conocen sus gustos y, por ese motivo, les ponen sus dibujos favoritos, les distraen jugando con muñecos o buscan, en general, la manera de hacerles más llevadero el tratamiento a estos pequeños pacientes. 

Una de las iniciativas que se llevan a cabo es la de pintar las máscaras de inmovilización que se usan durante el procedimiento con el haz de protones. Los niños escogen a sus personajes preferidos y se las personalizan para que este elemento, cuya utilización es necesaria, resulte más amigable. De esta labor se encarga el equipo de técnicos que, además, está especializado en la realización del TAC de simulación que se les hace a los pacientes para planificar el tratamiento. 

Imagen de un técnico de protección radiológica para la Unidad de Protonterapia. Clínica Universidad de Navarra
UNIDAD DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA

Los que cuidan de los que cuidan

Imagen del equipo de pacientes internacionales para la atención de los pacientes de la Unidad de Protonterapia. Clínica Universidad de Navarra
PACIENTES INTERNACIONALES

De cerca con los de lejos